Empezamos
una serie de artículos que no van a hablar de dopaje, no, van a hablar de fenómenos
que solo son explicables desde el terreno de la parapsicología o cualquier otra
ciencia exotérica ¿Quiénes son “los otros” en el triatlón? Pues son esos
triatletas que nunca han estado involucrados en casos de dopaje. Son triatletas
que nunca fueron sancionados y que siguen entre nosotros pero ya no se les ve,
ya no ganan competiciones, ya no suben a los podios ni tienen premios, pero
están ahí, en los récords, en el palmarés de las pruebas, en las revistas y en boca
de todos. Son espectros. Solo los que poseemos un “sexto sentido” los vemos y
hablamos con ellos, y sabemos que son “los otros”, los que por alguna extraña
razón desaparecieron pero no del todo, los que se fueron sin saber por qué, los
que algún día nos daremos cuenta que nunca debieron estar porque no eran reales,
son… ”Los Otros”.
El
primer triatleta que se esfumó de un día para otro, que desapareció de repente,
súbitamente, fue…Scott Molina. Molina
además fue engendro, estuvo envuelto en un caso de dopaje aunque no tuvo sanción.
En 1988, tres meses después de su positivo en Niza gana el IM de Hawaii, su
mejor victoria, su mejor momento en el tri y desde entonces no se le volvió a
ver en Kona. Solo se paseaba entre nosotros, su victoria estaba ahí, le
saludábamos y le admirábamos pero no estaba, no competía. Se dedicó a pruebas
como Embrunman donde imaginamos que no había controles. Gracias a eso Alix no
ganó pero se convirtió en un mito, cogió a Molina al inicio de la maratón y ambos lideraban la prueba, el resto fue pura química, la de Molina, porque Alix era humano.
Molina es una leyenda, pero desapareció en su mejor momento. Un fenómeno
inexplicable, un espectro.
El
siguiente triatleta que se convierte en espectro tras una gran victoria, que se
esfumó de un día para otro, que desapareció como había aparecido, de la nada, es
Luc Van Lierde. El hombre que batió todos los récords del trideporte, incluidos
los de Mark Allen, y nos hizo pensar que lo que Allen hacía era fácil,
desaparece de la disputa por el trono de Kona tras su victoria en Hawaii de
1999. En el año 2000, tras las olimpiadas triatléticas y el recién implantado
control de EPO en la orina, el belga parte como gran favorito pero se cae de la
parrilla de salida 48 horas antes. Al parecer por falta de mentalización, y eso
que llevaba varios días presumiendo que era el favorito y eran los demás los
que debían atacar. Luc Van Lierde entrenaba la natación con el equipo médico del Dr. Jan Olbrecht (Rutger Beke), pero como managers tenía a Mario Huys, y Didier Volckaert con quien se abraza en Hawaii 1996. Con semejantes elementos consiguió tres podios en Hawaii en 4 años, dos de ellos con victoria y dos récords imbatidos en 15 años. En 1998 le gana un tal Peter Reid. En 1999 su última participación y su última victoria con 30 años. No vuelve a vencer en una prueba IM hasta 2003 en Malasia. Su siguiente participación en Hawaii fue en 2007, octavo, muy lejos de sus tiempos y exhibiciones de los 90, cuando pulverizaba todos los récords. Aunque Molina es el primer espectro del trideporte, Luc Van Lierde, es por derecho propio el Príncipe de los Espectros. Y como Príncipe tiene un poder, el poder de transmitir a sus pupilos sus facultades. Para ello Luc ha recuperado su forma humana como gurú del tri, y ha convertido en campeones a otros triatletas (Frederik Van Lierde, Marino Vanhoenacker, etc…). Veremos cual es la progresión de todos sus pupilos, de momento Frederik ha ganado Hawaii y ha pulverizado el récord de Niza (con un recorrido más suave) y Marino hizo lo mismo con el récord mundial sub 8h de Luc (1997). Además es el segundo triatleta que más veces ha bajado de 8 horas, hasta cuatro, dos de ellas en 2015 con poco más de un mes de diferencia.
Y tras este espectro made in USA nos encontramos con uno made in Germany: Thomas Hellriegel. El primer alemán en ganar en Kona, el tercero en bajar de 8 horas y el único en poner en aprietos a Allen, abandona los podios en 2004, el mismo año que mejora el método de detección de la EPO y que provoca el primer y único positivo de un campeón/a en Hawaii. Hellriegel comienza a destacar en IM y en pruebas ITU con sólo 23 años, eran los años de los ciclistas alemanes del Telekom y de los entrenamientos con Mapei. En pruebas ITU no acababa de despuntar y se especializa en IM. Habitual de los podios y ganador de numerosas pruebas entre 1995 y 2003, en 2004 el alemán de solo 32 años desaparece de los podios, de los de Kona y del resto de pruebas IM. No vuelve a rendir igual, para colmo en 2007 le afecta el mismo dolor de estómago que a sus compatriotas Al Sultan y Stadler y se convierte en un habitual de los DNF en Hawaii, desde 2004 hasta 2009 y tras ocho años de no faltar en el top 10. Solo volvía a Hawaii a sacarse fotos, tripostureo que se llama, lo típico de un espectro. 32 años y el prematuro fin de una larga y exitosa carrera. Sus récords ahí quedan, para vergüenza del trideporte.
Y como los espectros comparten propiedades genéticas, tenemos otro alemán que
desaparece de los podios en 2004, Lothar Leder, otro que también fue engendro.
Ya hemos comentado las cualidades vampíricas de la sangre de Lothar y su
particular hipocresía, pero ahora sabemos que dejó de estar entre nosotros con
33 años. Antes ya sufrió los efectos de su espectral condición en Hawaii, donde
pasó de ser favorito en 2000 a caer año tras año en lo más profundo de la
clasificación bajando sus tiempos progresivamente. Su transformación no fue
repentina, fue lenta pero imparable. En 2004 ya no se reflejaba en los espejos,
en 2006 su sangre era un coágulo. Curioso lo de los campeones triatléticos de
finales de los 90, jóvenes y novatos, devorando récords y victorias. En plena
madurez deportiva, cuando debían haber progresado y mejorado, se arrastraban
por los Ironman incapaces de mover sus musculados y pesados cuerpos.
Otro
de las grandes figuras de Kona que desapareció de los podios repentinamente fue
Cameron Brown.
El kiwi era un habitual del podio de Kona entre los años 2001 y 2005, pero en
2006, el año del rumor de los al menos tres positivos, se esfumó. Y no volvió. Tras
un 2007 en blanco, en 2008 hace quinto, su canto del cisne, con 36 años. Una
buena edad para retirarse, aunque ya llevaba 2 años fuera de su nivel. Un nivel
que alcanzó en 2001, cuando empezaron los controles de EPO en orina, los
europeos se convirtieron en espectros y los tiempos aumentaron
escandalosamente. Ese año fue 2º con 8h46, algo impensable desde 1987, año de
los acoples, y algo que no se ha vuelto a repetir. Pero Cameron evolucionó y en
los años de la verdad, 2004-2005, llegó a bajar su marca a 8h19. Eso le dejo
cansado y no volvió a correr a esos ritmos. Una pena, con 33 años y esa
evolución hubiera sido campeón, pero su condición de espectro le obligó a
desaparecer sin dejar rastro. Ultimo y único kiwi en el podio de Hawaii, récord
de victorias en IM New Zealand, un triatleta espectral.
El siguiente triatleta es uno de mis espectros favoritos. Alemán, con importantes récords y un gran defensor del deporte limpio. Tanto que fue el primero que mostró su indignación por el positivo de Nina Kraft: “Nina Kraft caused heavy damage to the sport of triathlon worldwide. It has hurt many people who believed in it.”. El segundo indignado fue Lothar Leder, el primer triatleta en ser sancionado por valores anómalos en su hematocrito. Así es Normannator, o Espectrator, dada su capacidad para estar entre nosotros sin ser visto. Normann Stadler fue el segundo alemán en ganar en Hawaii, era el año 2004 y ya había sido podio cuatro años antes, en 2000. Con 27 años de edad y tras varios años intentando ser olímpico el alemán era un serio candidato a Hawaii, sobre todo teniendo en cuenta que un mes antes viajaba a San Diego para concentrarse con Paul Huddle y su “extraordinaria” esposa Paula Newby Fraser. Es conocido el éxito del grupo de entrenamiento de los gurús de Multisports (Paul Huddle y Roch Frey) en pruebas Ironman (Peter Reid, Heather Fuhr, Spencer Smith y Chris Legh). Es normal que Stadler usara sus servicios, aunque en secreto, pues siempre afirmó que le entrenaba su padre. Y debía ser verdad, excepto cuando viajaba a San Diego, o a Mallorca, con el equipo ciclista T-Mobile. Eran los años de Vinoukourov, Botero, Ullrich, Zabel y el Dr. Lothar Heinrich, amigo personal de Stadler y su padre entrenador. Esos entrenamientos con las locomotoras alemanas convirtieron a Stadler en 2006, en el mejor parcial ciclista de la historia de Hawaii, 4h18 (casi 42 km/h, 7 min sobre Lieto ese dia y más de 6 min sobre el anterior de Hellriegel). Un récord todavía vigente y que con la nueva generación de bicis carenadas solo ha sido amenazado por Sebastian Kienle y Lieto. Un Lieto que fue solo a batir el récord y se quedó con las ganas, era un récord de espectro. Ese día de 2006, Stadler, Macca y Faris Al Sultan subieron al podio de Hawaii. Entre ellos y las tres chicas sumaban tres positivos, según el rumor lanzado por McDonald. Ese día de 2006, con 33 años, Stadler desaparece para siempre de los podios de Kona, sus récords permanecen, están ahí, pero a él ya no se le ve. En 2007 los tres panther alemanes, Stadler, Faris y Hellriegel sufren dolencias y no acaban, tras varios años de malos resultados y serios problemas cardiacos, en 2011, Stadler dice adiós al triatlón. No le echamos de menos.
El
mismo año que Stadler, otro triatleta alemán que entrenaba con los T-Mobile, desaparece tras haber sido podio el
año anterior. Faris Al Sultan, tercero en 2006, se baja de la bici en 2007 con
las mismas dolencias estomacales que el hipócrita de Stadler. Un "german flu".
Tras debutar con apenas 20 años y varios intentos, Faris enlaza tres podios en tres años,
incluyendo la victoria en 2005. Con 29 años se convierte en espectro. Desde
2007 solo en 2012 se metió en el top 10, además de ganar alguna prueba Ironman,
pero no volvió a ese podio que parecía suyo. Este, al menos, no se llevó récords
vergonzosos, solo sus victorias, su sub8h de 2004 y sus patrocinios.
Pero 2007 es un año especial, porque tenemos más espectros. No se sabe si aquel rumor de Les McDonald debió provocar alguna maldición divina pero lo que si es cierto es que solo Macca siguió rindiendo al mismo nivel. Los/las demás ninguno. La ganadora de la prueba femenina, la aussie Michellie Jones, desaparece de los podios, tras un segundo puesto en 2005 y su victoria en 2006. Una chica creíble, dentro de lo creíble que es el trideporte de finales de los 90, en Australia, y entre los triatletas del programa olímpico. Una gran triatleta de corta, dos veces campeona del mundo, numerosos podios y medalla de plata en Sydney 2000 detrás de McMahon. La única australiana que mantuvo el tipo tras la eliminación de Sutton, la única que no entrenaba con él, la primera australiana en ganar en Kona. Con 36 años y una vida dedicada al tri, Jones desaparece al año siguiente de los rumores. Una triatleta de leyenda convertida de repente, en Miss Spectra.
Y sigue la película de terror de 2007. La segunda en 2006 es Desiree Ficker, una
joven promesa americana que con las ausencias de Badman, Bowden y Kate Major se
cuela en el podio, para nunca volver, ni al podio, ni al top 100. Con 30 años. En fin, McDonald se quedó corto, otra espectra de las buenas ¿Y la tercera? Tras Des llegó la canadiense Lisa Bentley, una veterana triatleta que con 38 años consigue su mejor puesto en Kona. Entrenada por el gurú canadiense Lance Watson y con numerosas victorias en pruebas IM, Lisa culmina su carrera con ese podio. Que pena que a pesar de alargar su exitosa carrera tres años más, con importantes victorias, no volviera a hacer nada más destacable en Hawaii, y eso que estaba patrocinada por TriDubai y controlada por el médico del equipo Lothar Heinrich. Lisa, al menos no nos deja récords, aunque si no fuera por Samantha McGlone, sería la última/o triatleta canadiense en estar en el podio del campeonato del mundo. Una Samantha McGlone, que a parte de quitarle a Lisa Bentley el honor de ser la última canadiense en brillar en Kona, fue olímpica en Atenas 2004. Poco después se pasa a la larga y en su primer Hawaii hace segunda (2007), con 28 años. Fue su única y última aparición estelar, con Cliff English (Kelly Guest, Asa Lundstrom y Leanda Cave) de entrenador parecía el futuro del triatlón canadiense, pero en 2008 se convierte en espectro y no vuelve a rendir igual. El mismo año que su compatriota Les McDonald se jubila de la presidencia de la ITU, los canadienses desaparecen de la faz del mundillo del trideporte, todos espectros. Desde 1997 y tras una década sin bajarse del podio masculino o femenino (Peter Reid, Lori Bowden y Heather Fuhr), con bochornosos espectáculos como la pareja Reid-Bowden en 2003, ambos entrenados por los amos del negocio (Paul Huddle, Roch Frey y los Multisports). Pero en 2008 empezó la nueva era, la era Marisol, la era Noya, la era española. El triatlón es así, banderitas y desapariciones repentinas, misteriosas, espectrales. Esto no es deporte, no, ni siquiera un triteatro, no, esto es un puto circo, así de claro.
Algunos
espectros son también engendros, es el caso del belga Rutger Beke. Ya hemos
hablado largo y tendido sobre este fenómeno sobrenatural. Tras la mejor
novatada de Kona desde Luc Van Lierde, y varios podios, el último en 2008,
desapareció con 32 años para nunca volver. Ahí están su falso positivo de 2004,
sus mentiras y su libro, pero él no, se esfumó. Un espectro con poca apariencia
humana, creado medicamente por y para ganar.
Y
pasamos a Marino Vanhoenacker, heredero de la genética belga de Luc y Beke. Excelente
triatleta que desde 2005 comienza a ganar pruebas IM, pero no brilla en Hawaii,
donde fue 5º el año de la espantada alemana (Faris, Stadler y Hellriegel),
hasta 2010 cuando sube al podio, tercero. Con 34 años el belga se postula como
uno de los favoritos pero la genética belga es imparable y se transforma en lo
que se transformaron sus otros compatriotas, espectro de la noche a la mañana.
En el mejor momento de su carrera el belga desaparece de Kona, aunque de la mano de otros espectros como Luc Van Lierde y Norman Stadler sigue ganando
pruebas IM, cosechando récords (segunda mejor marca de la historia en IM y
primer “hombre” en superar la de Luc de 1997) y exhibiciones sub8h con un mes
de separación (2015). Cinco años lleva así, y ya tiene 40, esperemos que no
vuelva a la meca. Allí donde los espectros desaparecen por el sudor, año tras
año.
El último espectro masculino es aussie, de la época de Sydney 2000, y ha sido espectro en dos ocasiones. Chris McCormack, Macca, campeón del mundo en 1997 era el primer hombre de Australia para las olimpiadas triatléticas, se quedó con las ganas. Se esfumó al conocerse el caso de Sutton y sus abusos sexuales a una menor. El equipo australiano apartó a todos los que entrenaban con él y a Macca ¿Por qué? Buena pregunta, seguro que por que vieron que aparte del abuso sexual había otro tipo de abusos o adicciones. Tras convertirse en espectro ITU se pasa a la larga distancia, donde destacó pronto ganando varios años el IM de su pueblo, pero Kona se le atraganta. Tras tres intentos fallidos en la meca del Ironman (2002, 2003 y 2004), y un sexto puesto en 2005, en 2006 se cuela en el podio detrás de Stadler. Al año siguiente con los tanques alemanes fuera de combate sube a lo más alto del podio. Con 34 años había dominado la distancia IM. En 2008 tras pulverizar dos records sub8h y autoproclamarse favorito se retira en Kona con una de las excusas típicas: rotura del cable del cambio delantero ¡En Kona donde todo se puede hacer con el mismo desarrollo! Pero en 2009 vuelve y hace cuarto. En 2010 gana por segunda vez. Fue la última, no volvió, ni a ganar ni a acabar. Eso sí, meterse con los demás lo siguió haciendo, y lo dice alguien que ha sido apartado de dos olimpiadas siendo el nº 1 del equipo y que admiraba a Lance Armstrong. Espectro e hipócrita, no es el único.
Para
terminar lo hacemos con la Reina de los Espectros, una triatleta que encarna la
cara más oculta del trideporte, y que por ello es la foto de portada de este
espacio. La triatleta inglesa Crissie Wellington apareció de la nada, con 30 años
y sin un bagaje deportivo previo en la élite - era funcionaria inglesa y
trabajadora de una ONG en Nepal - la británica gana el IM de Hawaii. Tras unos
prometedores comienzos como amateur, en enero de 2007 visita a Brett Sutton y
se convierte en profesional del tri. En octubre 2007 gana en Hawaii con la
segunda mejor maratón de la historia (2h59’58’’), su mejor marca en maratón seco hasta entonces era de 3h08 (2002). A partir de ahí una carrera de récords, en
Hawaii, batiendo el récord de 1992 de Paula, en Roth, metiéndose incluso entre
los 5 primeros hombres con 8h18 en IM. Tiene las cuatro mejores marcas en
distancia IM y es la única mujer que ha bajado de 8h30. Tras varios cambios de
entrenador y después de un 2010 con algunos problemas infecciosos, cosas de
espectros, y rumores sobre dopaje (se ve obligada a publicar los resultados de sus controles), se recupera en 2011 y nos deja para el recuerdo sus récords, también
el de Hawaii, 20 años después. Está mejor que nunca. Pero en 2012 anuncia un año
sabático. En su descanso intenta estar en maratón en los JJOO de Londres 2012
pero a última hora abandona el intento, sin participar en un solo maratón. A
finales de 2012 anuncia el adiós definitivo, con 35 años y una pasión y
entusiasmo por el deporte inigualable. Su libro “A life without limits” lleva
el prólogo de Lance Armstrong ¿Por qué Crissie? ¿Por qué?
Espectros
habrá más, seguro, pero aquí solo hemos analizado los más importantes: “Los
Otros”. Los que fueron campeones, leyenda del tri y desaparecieron sin previo aviso
y sin dejar huella. Hasta 2008 no hay controles fuera de competición en el
trideporte, y antes, los controles quedaban casi exclusivamente reservados a los
tres primeros chicos y chicas (Lanzarote 2005). Solo los tres primeros eran
controlados, por esa razón en cuanto entraban en el podio corrían el riesgo de
convertirse en espectros. Como podemos ver, muchos lo consiguieron. Desde 1995
tenemos como engendros a Jurgen Zack, Lothar Leder, Rutger Beke, Nina Kraft y
Virginia Berasategi, todos menos Nina fuera de los controles de Hawaii. Y como
espectros al Príncipe Luc Van Lierde, Tim De Boom, Thomas Hellriegel, Cameron
Brown, Norman Stadler, Faris Al Sultan, Lothar Leder, Rutger Beke, Marino Vanhoenacker, Chris
McCormack, Michellie Jones, Desiree Ficker, Lisa Bentley, Samantha McGlone y la
Reina Chrissie Wellington. Muchos desaparecieron en el 2000, a raíz de la
detección de la EPO en la orina, la mayoría después de 2004-2005, cuando se
mejoró el método. Pero siguen desapareciendo, Marino y Chrissie han sido los
últimos, aunque Pete Jacobs, Fredrik Van Lierde, Sebastian Kienle, Jan Frodeno, Leanda Cave y
Mirinda Carfrae llevan camino de transformarse también. Ultimamente se les ve
poco. Con entrenadores como Luc Van Lierde, Cliff English y Sara Lindley, y
entrenando en la Costa Brava están haciendo méritos para ello ¿Cómo queda el
triatlón después de este análisis? pues quitando a Peter Reid, Greg Welch,
Eneko Llanos, Andreas Raelert y Craig Alexander los demás son seres
paranormales, o mutaron o se esfumaron por arte de magia. No sabemos si por
decisión propia o por lo que Filliol llama la gestión de los resultados de la
WTC y el cajón de los positivos. Los cinco de arriba tampoco se libran de las maldiciones, o
tienen récords imposibles o entrenaban con gurús muy importantes (Paul Huddle,
Iñigo Mújika, Wolfram Bott o Chris Carmichael). Imaginamos que son solo coincidencias y que
las circunstancias de la vida les llevaron a rendir menos o a dejar el tri por
la puerta de atrás. En un deporte tan honesto son cosas que pasan, son “Los
Otros”.