…Hawaii 2006, el rumor se
extiende y empieza a ser noticia. El servicio de noticias de Slowtwitch lo
confirma: 3 positivos en Hawaii. Pero no pasa de ahí. Cuando los periodistas preguntan
a la WTC los nombres, las sustancias, no hay respuesta. Entre McDonald,
Buchanan, la WTC y la USADA no se aclaran, que si es la USADA la responsable,
que si la ITU, nadie parece saber nada del rumor lanzado por McDonald. Dos
semanas después se desmiente el rumor, los resultados de los controles son todos negativos, incluidos los tres “Adverse Analytical Findings” (positivos con
justificación médica, en este caso). Aplausos. El mundo del tri está salvado.
Pero qué paso realmente en ese Hawaii de 2006. Hagamos un poco de memoria histórica. El podio de hombres fue: Stadler, Macca y AlSultan. El podio de chicas: Michellie Jones, Desiree Ficker y Lisa Bentley. Es de esperar que los 6 pasaran control, 3 tuvieron resultados adversos ¿Quiénes? No lo sabemos, solo sabemos que únicamente Macca se volvió a subir a un podio en Kona. Los chicos eran jóvenes, 33, 33 y 27, ellas no tanto 37, 30 y 38. En Hawaii 2007 sólo Macca acabó entero, los otros dos chicos y la ganadora se retiraron enfermos, las otras dos chicas acabaron arrastrándose como Badmann ¿Por qué esa epidemia de mal rendimiento en 5 de los 6 héroes de 2006? Es difícil dar una respuesta, lo que sí sabemos es que al menos tres de ellos tomaban sustancias dopantes con justificación terapéutica. El mundo del tri se salvó del desastre, pero el triatlón como deporte murió ese dia. La decisión fue nefasta para este hermoso deporte que ahora es un espectáculo bochornoso de tripostureo, hipocresía, records, y drogas. Nadie quiso reconocer la verdad de 2005 y luchar contra ella, y esa realidad arrasó con lo poco humano y honesto que quedaba en el trideporte. Un trideporte que ahora es un Triteatro.
Después de este episodio
oscuro del tri volvamos a lo nuestro, los casos de dopaje con pruebas, con
sustancia. En 2006 nos hemos saltado un caso importante, en Junio, poco antes del
Ironman de Frankfurt, en un control sorpresa, un positivo, un triatleta de leyenda, Jurgen Zack. Zack es de los
primeros tanques alemanes que invadieron Kona en los 90. Él y otros dos
germanos, Wolfgang Dittrich y Dirk Aschmoneit eran los “Big three”, la versión
europea de los “Big four”, pioneros en el Ironman de Europa (Roth) esos años.
Los inicios de Zack eran prometedores, 7º en su primer Kona, el año del Ironwar,
en los siguientes años no consigue mejorar ese resultado. Pero en 1992,
con 27 años, Zack sufre una transformación y hace varios top 5 seguidos en Hawaii,
además de ganar algunas pruebas Ironman, en Roth donde no tenía rival, y en Nueva
Zelanda. Pero la llegada de una nueva blitzkrieg alemana y belga en 1996, le
convierte en un viejo tanque pesado. En 1997 el alemán se transforma otra vez y se mete 2º en Hawaii, triplete para los Panther alemanes (Hellriegel,
Zack y Leder). Es el mejor año de Zack, podio en Hawaii, podio en Roth y récord
sub-8h, además de su victoria en Roth al año siguiente. A partir de ahí, con 32
años, y a pesar de sus victorias Ironman en Roth, Austria y Frankfurt, Zack
engancha una racha de cuatro años con malos resultados en Kona. En 2003 vuelve
al top 10 en Hawaii, sexto, además de podio en Frankfurt. Fue el canto del cisne,
el viejo Panther ya estaba oxidado y los nuevos Tiger arrasaban en la lava de
Kona. En 2006, tras varios DNF en Hawaii, el viejo Zack planea una retirada gloriosa
en IM Frankfurt, pero la federación alemana (DTU) le visita en su casa. El
control sorpresa destapa el secreto de sus exhibiciones ciclistas: un metabolito de testosterona. El alemán, en la línea de la mayoría de los de su
especie, lo niega todo echándole la culpa a los suplementos alimenticios. O no
había aprendido nada de Keat, Bernhard, Smith y Schumacher, o es que se las
sabía todas. Un refutado médico alemán le ofrece ayuda para demostrar que
estaba limpio, Werner Franke. Conocido por luchar contra el doping de Telekom,
pero también por defender a Danilo Hondo en su caso de dopaje, el doctor quería salvar a
Zack. Ya lo había conseguido con otra triatleta, Katja Schumacher. El Dr. Franke ha recibido premios en su país por luchar contra el dopaje,
pero el dopaje de otros, porque al parecer los que le pagan a él no se dopan. Zack
decide no meterse en charcos y se retira por la puerta de atrás, pero sin mucho
escándalo. Le salió bien, casi nadie sabe de su positivo, ni de su historia de
victorias, récords y DNF alternados.
Pero qué paso realmente en ese Hawaii de 2006. Hagamos un poco de memoria histórica. El podio de hombres fue: Stadler, Macca y AlSultan. El podio de chicas: Michellie Jones, Desiree Ficker y Lisa Bentley. Es de esperar que los 6 pasaran control, 3 tuvieron resultados adversos ¿Quiénes? No lo sabemos, solo sabemos que únicamente Macca se volvió a subir a un podio en Kona. Los chicos eran jóvenes, 33, 33 y 27, ellas no tanto 37, 30 y 38. En Hawaii 2007 sólo Macca acabó entero, los otros dos chicos y la ganadora se retiraron enfermos, las otras dos chicas acabaron arrastrándose como Badmann ¿Por qué esa epidemia de mal rendimiento en 5 de los 6 héroes de 2006? Es difícil dar una respuesta, lo que sí sabemos es que al menos tres de ellos tomaban sustancias dopantes con justificación terapéutica. El mundo del tri se salvó del desastre, pero el triatlón como deporte murió ese dia. La decisión fue nefasta para este hermoso deporte que ahora es un espectáculo bochornoso de tripostureo, hipocresía, records, y drogas. Nadie quiso reconocer la verdad de 2005 y luchar contra ella, y esa realidad arrasó con lo poco humano y honesto que quedaba en el trideporte. Un trideporte que ahora es un Triteatro.
Seguimos en 2006, tercer
caso de dopaje admitido por el mundo del tri, Tim Don. El reciente campeón del
mundo ITU se salta su tercer control. Tres meses de sanción y el premio de
volver a las olimpiadas, para nada, sale del agua de los últimos y los jueces
le retiran por lento. Desde entonces ahí sigue, acaba de ganar un IM 70.3 y
presenta su candidatura a Kona 2016, aunque no sabemos si en esta ocasión se
saltará los controles o se excusará con males imaginarios. En la foto podemos ver
a Don con sus colegas en el momento de saltarse un control, un artista el
británico. Al menos éste sabemos de qué va, su federación nos avisó en 2006: Beware
of Don.
Y tras estos dos casos, el
desagradable suceso de Hawaii 2006 y la lección aprendida, “en el triatlón no
hay dopaje”, llegamos a 2007. Otro año movidito. Ironman de Alemania
(Frankfurt), antes de la prueba la DTU hace un control de sangre, 29 triatletas
se ofrecen voluntarios, todos los pros menos Hektor Llanos, uno de ellos da valores anómalos, como Pantani en 1999. El nombre: Lothar Leder. El alemán, después de denunciar un chantaje del médico
del IM de Frankfurt (Dr. Klaus Pottgen), que le ofrecía no hacer público el resultado del control si se retiraba del tri, justifica los valores sanguíneos con la infección de un herpes y un entrenamiento en altura. En
Alemania no vuelve a competir en 2 años pero fuera no hay sanción. Otra vez la
misma historia. Leder es otra leyenda del tri, alternando corta y larga desde
los 20 años, el alemán tenía cualidades para el triatlón olímpico pero le
tiraba más la larga. Tras unos años de iniciación, en 1994 y 1995 hace top 10
en Hawaii y en 1996 consigue su primer
resultado importante, gana el Ironman de Roth. Y lo hace a lo grande. El alemán,
amigo de Udo Bolts (Telekom) desde ese año, se convierte en el primer engendro
en la historia en bajar de 8 horas en distancia ironman. 7:57:02 es el
impresionante registro de Leder, era el año 1996, año en que Telekom gana el
Tour, Ullrich hace segundo y Bolts haciendo de gregario se cuela el 14. Pero
Roth 1996 es solo el principio. Al año siguiente vuelve a batir su récord,
aunque esta vez solo puede ser tercero, superado por Luc Van Lierde y Jurgen
Zack. Ese mismo 1997 hace podio en Hawaii. En 1998 repite podios en Roth y
Kona. En 1999 intenta ir a los JJOO pero no lo consigue, la larga le ha hecho
perder velocidad. Vuelve al IM en 2000, ganando Roth y haciendo 4 en Hawaii. En
2001 repite, impresionante rendimiento y regularidad del Panther alemán entre
1996 y 2001, años sin controles de EPO. Pero en 2002 algo pasa, y en Hawaii se
hunde en la lava. Desde Roth 2003, con solo 32 años y casi 20 podios en siete
años no ha vuelto a aparecer por los podios de ningún Ironman. En 2007 a pesar
de su alto hematocrito no conseguía los resultados anteriores y mucho menos
seguir el ritmo de los mejores triatletas de esos años. Lothar
Leder es parte de la historia del
triatlón por haber sido el primero en bajar de 8h en Ironman (1996), pero
también por ser el primer triatleta que en un control de sangre daba valores
anómalos (2007). Esto último es lo que mejor define a Leder, esto y sus
palabras contra Nina cuando en 2004 dio positivo por EPO. Él fue uno de los más
bocazas, ahora sabemos por qué, la omertà de la mafia triatlética. Don Quijote
nos diría: “Dad crédito a las obras y no a las palabras”. En el caso de Leder
sus obras lo desacreditan, pero sus palabras mucho más.
Ese mismo año 2007 es el
positivo de la china Hongni Wang por testoesterona, sanción y retirada, otro
caso admitido por las altas esferas del tri. Y el año 2007 acaba con un Hawaii
en el que los alemanes no pisan el podio y por primera vez en más de 15 años no pisan
el top 10, sus máximos favoritos se retiran con dolores estomacales y no
vuelven a repetir sus exhibiciones de la década prodigiosa 1996-2006. Ahora han
vuelto, con Kienle y Frodeno, veremos cuanto duran sus fantasmagóricos
rendimientos.
Año 2008, año olímpico y año
importante en el triatlón español, Gómez Noya gana su primer campeonato mundial
y Marisol Casado alcanza la presidencia de la ITU. Veremos las consecuencias
que esto tiene en el trideporte. Para celebrar las olimpiadas triatléticas
tenemos uno de los casos mas sonados del triatlón: Dmitry Gaag. Tras ganar el
campeonato mundial de 1999 al mismísimo Lessing, hacer cuarto en las olimpiadas
triatléticas del 2000 y ser bronce en el campeonato ITU de 2004, el kazajo
llevaba varios años de sequía
triatlética. En 2008, y preparando las olimpiadas en un último intento por
demostrar su valía, nos demuestra su calidad de autentico engendro. Positivo por EPO, aquí no valen las excusas fueron a por él y cumplió su sanción. Es el
cuarto engendro de la generación olímpica implicado en un caso de EPO,
Vuckovic, Marceau, Don y Gaag, segundo, séptimo, decimo y cuarto. Creo que dice
mucho sobre el nivel de esa gran cita. Los expertos del tri nos quieren hacer
creer que la búsqueda de talentos olímpicos fue tan buena que el viejo Lessing
fue superado por los jóvenes talentos. Aquí están esos talentos, auténticos
engendros de apariencia humana pero creados con EPO sintética.
Por esas fechas se produce
otro positivo, otro gran triatleta, el argentino afincado en Girona Francisco Pontano. Positivo en Zarautz con efedrina. Efedrina o lo que sea, que mas da, trisustancias. Los rumores de
aquellos años hablaban de 3 sustancias, sólo la efedrina se hizo pública. Además el resultado se avisó tarde, permitiendo al argentino ganar el IM de Lake Placid, la mejor victoria de su carrera. Chapuza, chapuza y chapuza made in Spain. Al final no supimos si hubo sanción o no, si la hubo fue de unos mesecitos porque al año siguiente vuelve a ganar una prueba IM en Coeur D’Alene (EEUU). Pontano era un buen triatleta, 9º en su primera participación en Hawaii en 2005, 21º en 2006 y 11º en 2007. En 2008 desaparece de Hawaii y no vuelve a pesar de ganar el IM de Lake Placid (2008) y el IM Coeur D’Alene (2009) en menos de un año. En 2013 volvió a las portadas del triatlón, Operación Cursa y sanción de por vida.
Ese mismo año 2008 salta otro positivo, otro no incluido en la lista de wikipedia, aunque en este caso sí hubo sanción. Positivo por EPO de la triatleta austriaca Lisa Hutthaler (Cinderella en humanplasma) en un control fuera de competición. Estaba bajo sospecha. Lisa era una prometedora triatleta en Sub23 que al pasar a Elite no acababa de despuntar. Tras su sanción se pasa a la larga y aquí está ganando pruebas 70.3, especialmente las de su Austria natal y las que se disputan en Baleares, donde todos sabemos que no se han hecho controles hasta 2015. No hay nada más destacable en su trayectoria, pero sí en el caso. Esperando el análisis de la muestra B la austriaca intenta sobornar al encargado del laboratorio que llevaba su análisis. Eso añade a su sanción deportiva 3 meses de cárcel. Dopaje, corrupción y confesión: en 2009 y tras el escándalo de humanplasma y la confesión del ciclista austriaco, Bernhard Kohl, Lisa confiesa y acusa a los doctores Andreas Zoubek y Stefan Matschiner de haberla suministrado EPO. Lo destacado del caso de Lisa es esto, sus declaraciones, muy en la línea de lo que hizo Jesús Manzano en el ciclismo pero sin dar nombres. Cuando Lisa se puso a contar la verdad, lo contó todo, se dopaba desde los 18 años y lo hacía porque muchos/as lo hacían, incluido su novio un triatleta GGEE y entrenador de tri que tenía un arsenal medico en su casa. Lisa cumplió su sanción y cumplió con nosotros: fue más allá de la verdad.
Y acaba 2008, recapitulando
llevamos 21 casos de dopaje con sustancias (positivos con sanción, falsos positivos,
valores anómalos y asuntos turbios con EPO). De los 21 la mayoría son de
grandes del tri, de leyendas, de campeones. De los 21 casos, 20 han sido en los
últimos 10 años, con Les McDonald de presidente ITU. Pero empieza una nueva
era, la era Marisol, y la era de la implantación del código de la WADA (AMA) en la WTC, y se abre un nuevo horizonte
en la lucha contra el dopaje: controles de sangre fuera de competición y
pasaporte biológico. Que se preparen los tramposos, ahora sí que van a caer. Pero
no es así. Si hasta 2008 la mayoría de los casos de dopaje han sido de grandes
triatletas, desde 2009 la cosa cambia y los modestos, los humildes, los parias
del tri reciben el castigo de los organismos antidopaje (WTC, ITU y sus
federaciones). Muchos casos pero poco interés: Mariana Ohata y Jiao Caiping (2009), Timothy Marr
(2010), Dmitriy Smurov, Brent Poulsen, Nicolas Charretier, Alexandre Dallenbach y Sergio
Silva (2011), Ivan Albano y Mark Fretta
(2012), Kirra Seidel y Jose Jeuland (2013), Morgan Chaffin y Emma Rose Jeffcoat (2014). 14 triatletas profesionales más o menos modestos,
con pocos méritos deportivos, que a duras penas podían vivir del tri. Seguro
que se nos olvida alguno, lo siento. Las sustancias fueron en su mayoría
estimulantes, diuréticos, anabolizantes, testosterona, pero poca EPO. Para eso
nos gastamos el dinero en controles de sangre. Además de estos 14 tenemos 6
famosillos y solo dos campeones, Michael Weiss en 2011 por su pasado y Virginia
Berasategui en 2013, con EPO 5 estrellas. Ambos admitidos por el mundo del tri.
Los famosillos son Santiago Arnes en
varias ocasiones (2004, 2009 y Op. Cursa) y por su testosterona natural, Francisco
Pontano otra vez (2013), Alexis Rodríguez (2015), el olímpico por Nueva Zelanda Kris Gemmell (2014), y los olímpicos
españoles Xavi Llobet en 2013 (Op.
Cursa) y José Merchán en 2015 (Op.
Jimbo) en operaciones policiales. Estos dos últimos casos con EPO pero sin
sanción, eran triatletas de la generación olímpica y había que salvarles. Kris
Gemmell también fue olímpico (Sydney y Londres) pero a éste no le salvaron, la
sanción fue por saltarse controles. El kiwi aparece junto con otros en el video
de la ITU “Say NO! to Doping”, pero lo que realmente quería decir era “Say NO!
to Anti-Doping tests”. Y este es lamentable resultado de la lucha contra el dopaje
en el trideporte desde 2008. Ocho años de controles de orina, de sangre, dentro
y fuera de competición, seis años de pasaporte biológico, y el resultado es de trece
triatletas de poca monta, tres ex ciclistas que ya lo sabíamos, Pontano que
también era vox populi, Vir que estaba en el punto de mira de Marisol, y dos
operaciones policiales con sustancias pero sin sanción ¡Ole! Marisol ¡Ole! Solo
has cazado a Vir y todos sabemos que fuiste a por ella. En 2004-2005 la verdad
del triatlón era la EPO, mas allá de la verdad solo queda Marisol.
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