No vamos a contar
otra vez la historia del triatlón, hay muchos artículos sobre esto. Pero sí nos
interesa cómo empieza todo.
Parece ser que
pruebas parecidas al trideporte (nadar, pedalear y correr) han existido desde
la década de 1920, en Francia
había una carrera llamada "Les
trois sports", incluso en España, en Castro Urdiales
se celebró en 1963 un concurso de ciclo-nata-cross. A pesar de todos
estos pasatiempos, incluido el primer triatlón oficial realizado en 1974 en
California, el Triatlón de Mission Bay, no es hasta 1978 cuando empieza la
auténtica esencia del trideporte: el Ironman.
Y cómo empieza,
pues por una apuesta de unos marines estadounidenses destinados en la isla de
Hawaii, una especie de “a ver quién la tiene más larga”. El deporte místico, el
deporte que es una forma de vida, el deporte que requiere de un gran poder
mental, empieza por una apuesta entre…militares. Voy a cambiar de deporte.
El Ironman es un
deporte apasionante, la técnica de la natación, la lucha contra el viento, la
agonía del maratón, hacen de esta prueba algo mágico. Pero eso no debe esconder
la verdadera realidad de los “ironmanes”: quién la tiene más larga.
Cuando los marines
no se ponían de acuerdo en qué prueba era
la más dura de las islas Hawaii, dudaban entre la travesía de la bahía
de Waikiki, la vuelta ciclista a Ohau y la maratón de de Honolulu, llegó el
Comandante (John Collins), la sacó y se vio que la tenía más larga que los
nadadores, ciclistas y corredores: “haremos las tres juntas”. Para eso somos
marines, y el ganador será un Ironman.
El primer ganador
fue Gordon Haller, el de la foto, en 11h 46’ 58’’, un tiempazo. Eso sí que es
un Ironman y no los nadadores, ciclistas y atletas que competían en las otras
pruebas. Un militar especializado en comunicaciones era el primer Ironman de la
historia. Todo muy lejos de la mística y del poder mental que se le atribuye a
este deporte desde la época de Mark Allen y Paula. Y no dudo que en la época de
estos dos campeones la mente fuera un arma fundamental para conseguir doblegar a
la distancia y a tus rivales. Fueron unos años de experimentación y evolución,
en materiales, en entrenamiento, en indumentaria, y en rendimiento. El problema
es que en mi opinión, esa época pasó, y ahora estamos volviendo a los orígenes,
a las cavernas.
El triatlón es un
deporte apasionante, al menos a mí me lo parece, pero eso no debe ocultar la
verdadera esencia del triatlón: una competición por ver quién es el más macho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario