viernes, 23 de agosto de 2013

Ironman de Lanzarote 2005



…2005, Ironman de Lanzarote, Virginia Berasategui gana por segunda vez, 10h19’, bastante peor tiempo que en 2004, cuando se impuso con un parcial de 9h41’ y más de  media hora de diferencia con la segunda. Unos meses después salta la noticia: Virginia Berasategui e Iban Rodríguez han dado positivo en el IM de Lanzarote con EPO. Su victoria pasó casi inadvertida para los medios de comunicación generalistas, pero el positivo no, aparece en todos los periódicos de tirada nacional. También en los foros. Todo el mundo opina.

Me gustan los foros, al ser anónimos uno se atreve a expresar sus sentimientos más profundos sin vergüenza, sin miedo a que te den una hostia. En mi barrio al que hablaba le callaban la boca, aquí no, puedes hablar. Eso es bueno. Permite obtener información muy comprometida, por ejemplo que había ya rumores sobre cómo iba Vir. También se descubre que Iban y Vir eran compañeros de entrenamientos, y según parece de algo más: de entrenador. Aunque el entrenador siempre lo ha negado.

Tras varios meses de críticas, opiniones y divagaciones, el positivo de las muestras A y B resulta en un falso positivo. Estupendo ¿Y ahora qué? Virginia e Iban no son sancionados pero la pregunta que los deportistas y aficionados debemos hacernos es ¿Tomaron EPO? Nunca lo sabremos, pero me da a mí que después de lo ocurrido este año y analizando un poco ciertos detalles de la vida deportiva de Virginia hay muchas probabilidades de que la rEPO haya estado muy presente en su trayectoria deportiva. Estamos hablando de una sustancia compleja, no es una pastillita que se toma un día y boom, corres como un avión. En 2005 ya estaba muy avanzado el uso de la rEPO y había una metodología muy clara, tanto que a pesar de ser detectable en los controles casi nadie daba positivo aunque iban hasta arriba. Solo hay que echar un vistazo a los implicados en la Operación Puerto y darse cuenta de que muy pocos fueron pillados en carrera. Era muy fácil para un médico, o similar, administrar dosis periódicas que no dieran positivo el día del control.

¿Qué pasó entonces en los casos de Vir e Iban en Lanzarote? Es difícil saberlo pero huele a podrido. En primer lugar hay que saber que en Enero de 2005 se cambió el método detección de la EPO. El método inicial del año 2000 era demasiado permisivo y permitió que muchos deportistas escaparan al control. En 2005 se modificó el método de detección siendo mucho más preciso (pasó de ser meramente cualitativo a cuantitativo), pero surgió un problema. Ciertos investigadores ligados al mundo del deporte argumentaron que bajo determinados esfuerzos aparecían en la orina un exceso de proteínas que generaban el mismo anticuerpo que la rEPO, entre ellos Marc Boogaerts, hematólogo de la Universidad de Lovaina (Bélgica), Matheew Bollen, también profesor de la Universidad belga, y por último Iñigo Mujika, doctorado en biología del ejercicio muscular en la Universidad de Saint Ettiene. Todos ellos paisanos en cada caso de Rutger Beke (Bélgica) y de Virginia e Ibán (España), a los que han ayudado con sus “investigaciones” a salir inocentes de los positivos por rEPO ¿Por qué “investigaciones”? Muy sencillo, porque son investigaciones promovidas (y posiblemente pagadas) por el acusado, son investigaciones que no han sido confirmadas por otros científicos, son investigaciones que en ningún caso han usado a los deportistas objeto de estudio como muestra, sino a otros deportistas, y por último son investigaciones que tampoco han usado el esfuerzo del ironman, sino otro esfuerzo. Esto que quiere decir, que por su singularidad no tienen validez científica, aunque sí legal. Si nadie se ha preocupado (por dinero) en rebatirlas el juez las puede tomar como prueba veraz.

Pero hay una diferencia entre el caso de Beke y de Vir, el primero se libró por un posible fallo en el tratamiento de las muestras, y además denunció a la WADA por daños y perjuicios. Para evitar esto la WADA admitió como falsos positivos todos los casos entre enero de 2005 y septiembre de 2005, fecha en la que se introdujo un segundo anticuerpo en el control de la rEPO. Tanto Beke como Vir no pudieron demostrar que no hubiera rEPO en su sangre, solo que podía haber fallos en sus controles y que legalmente no se les podía sancionar.

¿Culpables? ¿Inocentes? ¿Presunción de inocencia? La cuestión es que ningún método es 100% fiable, pero normalmente suelen ser métodos conservadores, en el sentido de que se prefiere que alguno se libre a que se sancione a un inocente. Es por esa razón por la que el deportista debe demostrar cómo llego la sustancia a su cuerpo y no al contrario. La presunción de inocencia se aplica a la sustancia y no al deportista. Solo así se explica que de todos los implicados en las operaciones contra la salud pública (Operación Festina, Operación Puerto, Operación Grial, Operación Galgo, Operación Cursa) haya un porcentaje muy pequeño que hayan dado positivo en algún control. Es por eso que de las 10 muestras analizadas en Lanzarote 2005, 4 fueron no positivos, 2 fueron positivos (en muestras A y B), 1 fue “no perceptible” (¿microdosis?) y otras 3 fueron “no calificable” (¿enmascarador?).