sábado, 25 de junio de 2016

Casos paranormales en el trideporte (...): Los Otros



Empezamos una serie de artículos que no van a hablar de dopaje, no, van a hablar de fenómenos que solo son explicables desde el terreno de la parapsicología o cualquier otra ciencia exotérica ¿Quiénes son “los otros” en el triatlón? Pues son esos triatletas que nunca han estado involucrados en casos de dopaje. Son triatletas que nunca fueron sancionados y que siguen entre nosotros pero ya no se les ve, ya no ganan competiciones, ya no suben a los podios ni tienen premios, pero están ahí, en los récords, en el palmarés de las pruebas, en las revistas y en boca de todos. Son espectros. Solo los que poseemos un “sexto sentido” los vemos y hablamos con ellos, y sabemos que son “los otros”, los que por alguna extraña razón desaparecieron pero no del todo, los que se fueron sin saber por qué, los que algún día nos daremos cuenta que nunca debieron estar porque no eran reales, son… ”Los Otros”.

El primer triatleta que se esfumó de un día para otro, que desapareció de repente, súbitamente, fue…Scott Molina.  Molina además fue engendro, estuvo envuelto en un caso de dopaje aunque no tuvo sanción. En 1988, tres meses después de su positivo en Niza gana el IM de Hawaii, su mejor victoria, su mejor momento en el tri y desde entonces no se le volvió a ver en Kona. Solo se paseaba entre nosotros, su victoria estaba ahí, le saludábamos y le admirábamos pero no estaba, no competía. Se dedicó a pruebas como Embrunman donde imaginamos que no había controles. Gracias a eso Alix no ganó pero se convirtió en un mito, cogió a Molina al inicio de la maratón y ambos lideraban la prueba, el resto fue pura química, la de Molina, porque Alix era humano. Molina es una leyenda, pero desapareció en su mejor momento. Un fenómeno inexplicable, un espectro.

El siguiente triatleta que se convierte en espectro tras una gran victoria, que se esfumó de un día para otro, que desapareció como había aparecido, de la nada, es Luc Van Lierde. El hombre que batió todos los récords del trideporte, incluidos los de Mark Allen, y nos hizo pensar que lo que Allen hacía era fácil, desaparece de la disputa por el trono de Kona tras su victoria en Hawaii de 1999. En el año 2000, tras las olimpiadas triatléticas y el recién implantado control de EPO en la orina, el belga parte como gran favorito pero se cae de la parrilla de salida 48 horas antes. Al parecer por falta de mentalización, y eso que llevaba varios días presumiendo que era el favorito y eran los demás los que debían atacar. Luc Van Lierde entrenaba la natación con el equipo médico del Dr. Jan Olbrecht  (Rutger Beke), pero como managers tenía a Mario Huys, y Didier Volckaert con quien se abraza en Hawaii 1996. Con semejantes elementos consiguió tres podios en Hawaii en 4 años, dos de ellos con victoria y dos récords imbatidos en 15 años. En 1998 le gana un tal Peter Reid. En 1999 su última participación y su última victoria con 30 años. No vuelve a vencer en una prueba IM hasta 2003 en Malasia. Su siguiente participación en Hawaii fue en 2007, octavo, muy lejos de sus tiempos y exhibiciones de los 90, cuando pulverizaba todos los récords. Aunque Molina es el primer espectro del trideporte, Luc Van Lierde, es por derecho propio el Príncipe de los Espectros. Y como Príncipe tiene un poder, el poder de transmitir a sus pupilos sus facultades. Para ello Luc ha recuperado su forma humana como gurú del tri, y ha convertido en campeones a otros triatletas (Frederik Van Lierde, Marino Vanhoenacker, etc…). Veremos cual es la progresión de todos sus pupilos, de momento Frederik ha ganado Hawaii y ha pulverizado el récord de Niza (con un recorrido más suave) y Marino hizo lo mismo con el récord mundial sub 8h de Luc (1997). Además es el segundo  triatleta que más veces ha bajado de 8 horas, hasta cuatro, dos de ellas en 2015 con poco más de un mes de diferencia.  
Al desaparecer Van Lierde, los dos triatletas que le acompañaron en el podio de Hawaii en 1999 aprovechan para ganar los cuatro años siguientes. Peter Reid el año de la espantada de Luc, Tim DeBomm (2001 y 2002) y otra vez Reid (2003). Se rompe así la supremacía europea de finales de los 90, bueno más que europea, belga, y más que belga, espectral. Pero lo de Van Lierde debía de ser contagioso, porque Tim DeBoom lo pilla y se convierte en espectro en 2004. Desaparece de Hawaii y no se le vuelve a ver el pelo. Tim de Boom era un triatleta sorprendente, después de 7 años disputando Hawaii, en 1999 mejoró más de 15 minutos sus tiempos en la carrera a pie de los tres años anteriores1998 -1996. Un 8% en un año, subiéndose al podio. En 2002 con 32 años se bajó del primer puesto del cajón y nunca más volvió a subir, en 2003 DNF (una piedra en el riñón), en 2004 corrió como en 1998, fue un año con mucho viento pero quedó 12 a casi 35 min del primero, en 2005 DNF, en 2006 ni salió y en 2007 con 37 años hace cuarto corriendo como en 1999-2002, no volvió por allí. A este le costó transformarse pero cuando lo hizo desapareció para siempre, aunque sus victorias y récords ahí siguen, el último americano en Kona, casi nada.
 Y tras este espectro made in USA nos encontramos con uno made in Germany: Thomas Hellriegel. El primer alemán en ganar en Kona, el tercero en bajar de 8 horas y el único en poner en aprietos a Allen, abandona los podios en 2004, el mismo año que mejora el método de detección de la EPO y que provoca el primer y único positivo de un campeón/a en Hawaii. Hellriegel comienza a destacar en IM y en pruebas ITU con sólo 23 años, eran los años de los ciclistas alemanes del Telekom y de los entrenamientos con Mapei. En pruebas ITU no acababa de despuntar y se especializa en IM. Habitual de los podios y ganador de numerosas pruebas entre 1995 y 2003, en 2004 el alemán de solo 32 años desaparece de los podios, de los de Kona y del resto de pruebas IM. No vuelve a rendir igual, para colmo en 2007 le afecta el mismo dolor de estómago que a sus compatriotas Al Sultan y Stadler y se convierte en un habitual de los DNF en Hawaii, desde 2004 hasta 2009 y tras ocho años de no faltar en el top 10. Solo volvía a Hawaii a sacarse fotos, tripostureo que se llama, lo típico de un espectro. 32 años y el prematuro fin de una larga y exitosa carrera. Sus récords ahí quedan, para vergüenza del trideporte.

Y como los espectros comparten propiedades genéticas, tenemos otro alemán que desaparece de los podios en 2004, Lothar Leder, otro que también fue engendro. Ya hemos comentado las cualidades vampíricas de la sangre de Lothar y su particular hipocresía, pero ahora sabemos que dejó de estar entre nosotros con 33 años. Antes ya sufrió los efectos de su espectral condición en Hawaii, donde pasó de ser favorito en 2000 a caer año tras año en lo más profundo de la clasificación bajando sus tiempos progresivamente. Su transformación no fue repentina, fue lenta pero imparable. En 2004 ya no se reflejaba en los espejos, en 2006 su sangre era un coágulo. Curioso lo de los campeones triatléticos de finales de los 90, jóvenes y novatos, devorando récords y victorias. En plena madurez deportiva, cuando debían haber progresado y mejorado, se arrastraban por los Ironman incapaces de mover sus musculados y pesados cuerpos.

Otro de las grandes figuras de Kona que desapareció de los podios repentinamente fue Cameron Brown. El kiwi era un habitual del podio de Kona entre los años 2001 y 2005, pero en 2006, el año del rumor de los al menos tres positivos, se esfumó. Y no volvió. Tras un 2007 en blanco, en 2008 hace quinto, su canto del cisne, con 36 años. Una buena edad para retirarse, aunque ya llevaba 2 años fuera de su nivel. Un nivel que alcanzó en 2001, cuando empezaron los controles de EPO en orina, los europeos se convirtieron en espectros y los tiempos aumentaron escandalosamente. Ese año fue 2º con 8h46, algo impensable desde 1987, año de los acoples, y algo que no se ha vuelto a repetir. Pero Cameron evolucionó y en los años de la verdad, 2004-2005, llegó a bajar su marca a 8h19. Eso le dejo cansado y no volvió a correr a esos ritmos. Una pena, con 33 años y esa evolución hubiera sido campeón, pero su condición de espectro le obligó a desaparecer sin dejar rastro. Ultimo y único kiwi en el podio de Hawaii, récord de victorias en IM New Zealand, un triatleta espectral.

 El siguiente triatleta es uno de mis espectros favoritos. Alemán, con importantes récords y un gran defensor del deporte limpio. Tanto que fue el primero que mostró su indignación por el positivo de Nina Kraft: “Nina Kraft caused heavy damage to the sport of triathlon worldwide. It has hurt many people who believed in it.”. El segundo indignado fue Lothar Leder, el primer triatleta en ser sancionado por valores anómalos en su hematocrito. Así es Normannator, o Espectrator, dada su capacidad para estar entre nosotros sin ser visto. Normann Stadler fue el segundo alemán en ganar en Hawaii, era el año 2004 y ya había sido podio cuatro años antes, en 2000. Con 27 años de edad y tras varios años intentando ser olímpico el alemán era un serio candidato a Hawaii, sobre todo teniendo en cuenta que un mes antes viajaba a San Diego para concentrarse con Paul Huddle y su “extraordinaria” esposa Paula Newby Fraser. Es conocido el éxito del grupo de entrenamiento de los gurús de Multisports (Paul Huddle y Roch Frey) en pruebas Ironman (Peter Reid, Heather Fuhr, Spencer Smith y Chris Legh). Es normal que Stadler usara sus servicios, aunque en secreto, pues siempre afirmó que le entrenaba su padre. Y debía ser verdad, excepto cuando viajaba a San Diego, o a Mallorca, con el equipo ciclista T-Mobile. Eran los años de Vinoukourov, Botero, Ullrich, Zabel y el Dr. Lothar Heinrich, amigo personal de Stadler y su padre entrenador. Esos entrenamientos con las locomotoras alemanas convirtieron a Stadler en 2006, en el mejor parcial ciclista de la historia de Hawaii, 4h18 (casi 42 km/h, 7 min sobre Lieto ese dia y más de 6 min sobre el anterior de Hellriegel). Un récord todavía vigente y que con la nueva generación de bicis carenadas solo ha sido amenazado por Sebastian Kienle y Lieto. Un Lieto que fue solo a batir el récord y se quedó con las ganas, era un récord de espectro. Ese día de 2006, Stadler, Macca y Faris Al Sultan subieron al podio de Hawaii. Entre ellos y las tres chicas sumaban tres positivos, según el rumor lanzado por McDonald. Ese día de 2006, con 33 años, Stadler desaparece para siempre de los podios de Kona, sus récords permanecen, están ahí, pero a él ya no se le ve. En 2007 los tres panther alemanes, Stadler, Faris y Hellriegel sufren dolencias y no acaban,  tras varios años de malos resultados y serios problemas cardiacos, en 2011, Stadler dice adiós al triatlón. No le echamos de menos.


El mismo año que Stadler, otro triatleta alemán que entrenaba con los T-Mobile, desaparece tras haber sido podio el año anterior. Faris Al Sultan, tercero en 2006, se baja de la bici en 2007 con las mismas dolencias estomacales que el hipócrita de Stadler. Un "german flu". Tras debutar con apenas 20 años y varios intentos, Faris enlaza tres podios en tres años, incluyendo la victoria en 2005. Con 29 años se convierte en espectro. Desde 2007 solo en 2012 se metió en el top 10, además de ganar alguna prueba Ironman, pero no volvió a ese podio que parecía suyo. Este, al menos, no se llevó récords vergonzosos, solo sus victorias, su sub8h de 2004 y sus patrocinios.

 Pero 2007 es un año especial, porque tenemos más espectros. No se sabe si aquel rumor de Les McDonald debió provocar alguna maldición divina pero lo que si es cierto es que solo Macca siguió rindiendo al mismo nivel. Los/las demás ninguno. La ganadora de la prueba femenina, la aussie Michellie Jones, desaparece de los podios, tras un segundo puesto en 2005 y su victoria en 2006. Una chica creíble, dentro de lo creíble que es el trideporte de finales de los 90, en Australia, y entre los triatletas del programa olímpico. Una gran triatleta de corta, dos veces campeona del mundo, numerosos podios y medalla de plata en Sydney 2000 detrás de McMahon. La única australiana que mantuvo el tipo tras la eliminación de Sutton, la única que no entrenaba con él, la primera australiana en ganar en Kona. Con 36 años y una vida dedicada al tri, Jones desaparece al año siguiente de los rumores. Una triatleta de leyenda convertida de repente, en Miss Spectra.


 Y sigue la película de terror de 2007. La segunda en 2006 es Desiree Ficker, una joven promesa americana que con las ausencias de Badman, Bowden y Kate Major se cuela en el podio, para nunca volver, ni al podio, ni al top 100. Con 30 años. En fin, McDonald se quedó corto, otra espectra de las buenas ¿Y la tercera? Tras Des llegó la canadiense Lisa Bentley, una veterana triatleta que con 38 años consigue su mejor puesto en Kona. Entrenada por el gurú canadiense Lance Watson y con numerosas victorias en pruebas IM, Lisa culmina su carrera con ese podio. Que pena que a pesar de alargar su exitosa carrera tres años más, con importantes victorias, no volviera a hacer nada más destacable en Hawaii, y eso que estaba patrocinada por TriDubai y controlada por el médico del equipo Lothar Heinrich. Lisa, al menos no nos deja récords, aunque si no fuera por Samantha McGlone, sería la última/o triatleta canadiense en estar en el podio del campeonato del mundo. Una Samantha McGlone, que a parte de quitarle a Lisa Bentley el honor de ser la última canadiense en brillar en Kona, fue olímpica en Atenas 2004. Poco después se pasa a la larga y en su primer Hawaii hace segunda (2007), con 28 años. Fue su única y última aparición estelar, con Cliff English (Kelly Guest, Asa Lundstrom y Leanda Cave) de entrenador parecía el futuro del triatlón canadiense, pero en 2008 se convierte en espectro y no vuelve a rendir igual. El mismo año que su compatriota Les McDonald se jubila de la presidencia de la ITU, los canadienses desaparecen de la faz del mundillo del trideporte, todos espectros. Desde 1997 y tras una década sin bajarse del podio masculino o femenino (Peter Reid, Lori Bowden y Heather Fuhr), con bochornosos espectáculos como la pareja Reid-Bowden en 2003, ambos entrenados por los amos del negocio (Paul Huddle, Roch Frey y los Multisports). Pero en 2008 empezó la nueva era, la era Marisol, la era Noya, la era española. El triatlón es así, banderitas y desapariciones repentinas, misteriosas, espectrales. Esto no es deporte, no, ni siquiera un triteatro, no, esto es un puto circo, así de claro.
Algunos espectros son también engendros, es el caso del belga Rutger Beke. Ya hemos hablado largo y tendido sobre este fenómeno sobrenatural. Tras la mejor novatada de Kona desde Luc Van Lierde, y varios podios, el último en 2008, desapareció con 32 años para nunca volver. Ahí están su falso positivo de 2004, sus mentiras y su libro, pero él no, se esfumó. Un espectro con poca apariencia humana, creado medicamente por y para ganar.
Y pasamos a Marino Vanhoenacker, heredero de la genética belga de Luc y Beke. Excelente triatleta que desde 2005 comienza a ganar pruebas IM, pero no brilla en Hawaii, donde fue 5º el año de la espantada alemana (Faris, Stadler y Hellriegel), hasta 2010 cuando sube al podio, tercero. Con 34 años el belga se postula como uno de los favoritos pero la genética belga es imparable y se transforma en lo que se transformaron sus otros compatriotas, espectro de la noche a la mañana. En el mejor momento de su carrera el belga desaparece de Kona, aunque de la mano de otros espectros como Luc Van Lierde y Norman Stadler sigue ganando pruebas IM, cosechando récords (segunda mejor marca de la historia en IM y primer “hombre” en superar la de Luc de 1997) y exhibiciones sub8h con un mes de separación (2015). Cinco años lleva así, y ya tiene 40, esperemos que no vuelva a la meca. Allí donde los espectros desaparecen por el sudor, año tras año.
 El último espectro masculino es aussie, de la época de Sydney 2000, y ha sido espectro en dos ocasiones. Chris McCormack, Macca, campeón del mundo en 1997 era el primer hombre de Australia para las olimpiadas triatléticas, se quedó con las ganas. Se esfumó al conocerse el caso de Sutton y sus abusos sexuales a una menor. El equipo australiano apartó a todos los que entrenaban con él y a Macca ¿Por qué? Buena pregunta, seguro que por que vieron que aparte del abuso sexual había otro tipo de abusos o adicciones. Tras convertirse en espectro ITU se pasa a la larga distancia, donde destacó pronto ganando varios años el IM de su pueblo, pero Kona se le atraganta. Tras tres intentos fallidos en la meca del Ironman (2002, 2003 y 2004), y un sexto puesto en 2005, en 2006 se cuela en el podio detrás de Stadler. Al año siguiente con los tanques alemanes fuera de combate sube a lo más alto del podio. Con 34 años había dominado la distancia IM. En 2008 tras pulverizar dos records sub8h y autoproclamarse favorito  se retira en Kona con una de las excusas típicas: rotura del cable del cambio delantero ¡En Kona donde todo se puede hacer con el mismo desarrollo! Pero en 2009 vuelve y hace cuarto. En 2010 gana por segunda vez. Fue la última, no volvió, ni a ganar ni a acabar. Eso sí, meterse con los demás lo siguió haciendo, y lo dice alguien que ha sido apartado de dos olimpiadas siendo el nº 1 del equipo y que admiraba a Lance Armstrong. Espectro e hipócrita, no es el único.

Para terminar lo hacemos con la Reina de los Espectros, una triatleta que encarna la cara más oculta del trideporte, y que por ello es la foto de portada de este espacio. La triatleta inglesa Crissie Wellington apareció de la nada, con 30 años y sin un bagaje deportivo previo en la élite - era funcionaria inglesa y trabajadora de una ONG en Nepal - la británica gana el IM de Hawaii. Tras unos prometedores comienzos como amateur, en enero de 2007 visita a Brett Sutton y se convierte en profesional del tri. En octubre 2007 gana en Hawaii con la segunda mejor maratón de la historia (2h59’58’’), su mejor marca en maratón seco hasta entonces era de 3h08 (2002). A partir de ahí una carrera de récords, en Hawaii, batiendo el récord de 1992 de Paula, en Roth, metiéndose incluso entre los 5 primeros hombres con 8h18 en IM. Tiene las cuatro mejores marcas en distancia IM y es la única mujer que ha bajado de 8h30. Tras varios cambios de entrenador y después de un 2010 con algunos problemas infecciosos, cosas de espectros, y rumores sobre dopaje (se ve obligada a publicar los resultados de sus controles), se recupera en 2011 y nos deja para el recuerdo sus récords, también el de Hawaii, 20 años después. Está mejor que nunca. Pero en 2012 anuncia un año sabático. En su descanso intenta estar en maratón en los JJOO de Londres 2012 pero a última hora abandona el intento, sin participar en un solo maratón. A finales de 2012 anuncia el adiós definitivo, con 35 años y una pasión y entusiasmo por el deporte inigualable. Su libro “A life without limits” lleva el prólogo de Lance Armstrong ¿Por qué Crissie? ¿Por qué?


Espectros habrá más, seguro, pero aquí solo hemos analizado los más importantes: “Los Otros”. Los que fueron campeones, leyenda del tri y desaparecieron sin previo aviso y sin dejar huella. Hasta 2008 no hay controles fuera de competición en el trideporte, y antes, los controles quedaban casi exclusivamente reservados a los tres primeros chicos y chicas (Lanzarote 2005). Solo los tres primeros eran controlados, por esa razón en cuanto entraban en el podio corrían el riesgo de convertirse en espectros. Como podemos ver, muchos lo consiguieron. Desde 1995 tenemos como engendros a Jurgen Zack, Lothar Leder, Rutger Beke, Nina Kraft y Virginia Berasategi, todos menos Nina fuera de los controles de Hawaii. Y como espectros al Príncipe Luc Van Lierde, Tim De Boom, Thomas Hellriegel, Cameron Brown, Norman Stadler, Faris Al Sultan, Lothar Leder, Rutger Beke, Marino Vanhoenacker, Chris McCormack, Michellie Jones, Desiree Ficker, Lisa Bentley, Samantha McGlone y la Reina Chrissie Wellington. Muchos desaparecieron en el 2000, a raíz de la detección de la EPO en la orina, la mayoría después de 2004-2005, cuando se mejoró el método. Pero siguen desapareciendo, Marino y Chrissie han sido los últimos, aunque Pete Jacobs, Fredrik Van Lierde, Sebastian Kienle, Jan Frodeno, Leanda Cave y Mirinda Carfrae llevan camino de transformarse también. Ultimamente se les ve poco. Con entrenadores como Luc Van Lierde, Cliff English y Sara Lindley, y entrenando en la Costa Brava están haciendo méritos para ello ¿Cómo queda el triatlón después de este análisis? pues quitando a Peter Reid, Greg Welch, Eneko Llanos, Andreas Raelert y Craig Alexander los demás son seres paranormales, o mutaron o se esfumaron por arte de magia. No sabemos si por decisión propia o por lo que Filliol llama la gestión de los resultados de la WTC y el cajón de los positivos. Los cinco de arriba tampoco se libran de las maldiciones, o tienen récords imposibles o entrenaban con gurús muy importantes (Paul Huddle, Iñigo Mújika, Wolfram Bott o Chris Carmichael). Imaginamos que son solo coincidencias y que las circunstancias de la vida les llevaron a rendir menos o a dejar el tri por la puerta de atrás. En un deporte tan honesto son cosas que pasan, son “Los Otros”.




domingo, 5 de junio de 2016

Triatlón de Bilbao 2016: La “humanidad” de Virginia Berasategui Luna


 
Fuentes: (diario de triatlon/gabrielbeldarrain.blogspot/LA SEXTA)

El cuento de Hadas:

Erase una vez una niña llamada Virginia Berasategui Luna que soñaba ser triatleta, como su papá, soñaba ser campeona, y lo fue, soñaba tocar el cielo de Kona, y lo tocó. El cuento de hadas de Vir se convirtió en realidad, se había convertido en Virginia Berasategui. El sábado 28 de mayo de 2016 ha recuperado su “humanidad”, ha vuelto a ser Virginia Berasategui Luna, y yo me alegro, es de lo poco humano que queda en el tri, veremos por qué.


Corrían los últimos años de la década de los 90 y Virginia Berasategui Luna era una prometedora triatleta, candidata a ir a las olimpiadas triatléticas del 2000. El mundillo del tri puso todos los medios a su alcance para que Vir fuera olímpica, pero una lesión se cruzó en su camino y quedó de suplente de Maribel Blanco. Lo volvió a intentar en 2004 y para eso buscó al mejor entrenador, el que entrenaba a los mejores para lo mismo, las olimpiadas triatléticas. Esos años Vir alterna la distancia olímpica con la larga y en 2002 consigue ser tercera en el campeonato del mundo de Larga Distancia. Al año siguiente, de la mano de Mújika, Eneko gana el campeonato del mundo de LD en Ibiza por delante de Rutger Beke y Vir hace lo mismo en categoría femenina. En 2004, con 29 años, Vir decide participar en el Ironman de Lanzarote y gana, 9h41, tercera mejor marca de la historia detrás de las 9h24 y 9h29 de Paula Newby Fraser (1995 y 1994) y más de media hora a la segunda. Desde entonces solo Rachel Joyce (Julie Dibens) en 2011 ha conseguido bajar esa marca. Ese día nace Virginia Berasategui, el sueño de emular a su padre se cumple y después de dejar plantados a los olímpicos decide que la Larga es lo suyo. A Marisol, secretaria de la FETRI por aquel entonces, no le sentó nada bien y empieza a mirar mal a la niña del cuento de hadas. Eso fue en mayo, en Atenas 2004 los controles de EPO en orina se ponen más duros y el triatlón muestra toda su verdad: positivos de Rutger Beke y Nina Kraft a finales de 2004.


En Lanzarote 2005 Virginia Berasategui arrasa y consigue su segunda victoria consecutiva. Pero Vir pasa el control antidopaje, y con el nuevo método es positivo por EPO. El GGEE Iban Rodríguez, compañero de entrenamientos de Vir, también. Unos meses después el positivo de ambos se transforma en falso positivo, tanto Vir como Iban meaban las mismas proteínas de esfuerzo. Después del falso positivo Virginia compite en Hawaii y se hunde en la carrera a pie. En 2006 y sin motivo aparente, no había rEPO en su cuerpo, deja de entrenar con Mújika, quien la había apoyado en todo momento y con el que parecía tener el éxito asegurado. Durante dos años Vir entrena con Angel Santamaría, amigo personal del Berasa. Dos años en los que Vir no logra resultados relevantes: 2006 en blanco, quinta en Lanzarote 2007 y DNF en Hawaii. Virginia parece despertar del sueño de hadas y pone remedio a eso, decide entrenar con Ciro ¿Por qué? Evidente.


Y Ciro obra el milagro. En 2009 Vir subió al podio de Hawaii, y tocó el cielo desde allí. Los años de Vir con Ciro son sus mejores en Hawaii. En 2004 se tuvo que retirar cuando iba 2ª, en 2005 acabó andando, en 2007 DNF otra vez, pero en 2008 hace 6ª con pinchazo incluído, 3ª en 2009, 4ª en 2010 y 10ª en 2011. Entre 2008-2011 sus tiempos fueron similares 9h29 (2008), 9h15 (2009), 9h16 (2010), 9h19 (2011). Además en esos años gana el campeonato de europa de Larga Distancia (2009 y 2010) pero en el campeonato del mundo solo consigue ser 3ª (2010) y 4ª (2012). Por alguna extraña razón no vuelve a ganar ninguna prueba IM, ni siquiera hacer podio. Tras unos años de lesiones, falta de motivación, y no muy buenos resultados, Vir sigue ganando pruebas menores en Euskadi. Ella es una de las estrellas del nuevo Triatlón de Bilbao y decide acabar allí su carrera. 18 de mayo de 2013, año en el que Madrid se juega que le den las Olimpiadas de 2020, Marisol Casado, miembro del COI, es una de sus principales apoyos y el mayor obstáculo es…el dopaje. Ese año toca mano dura y Marisol lanza una orden: quiero cabezas. Y las tuvo, vaya si las tuvo, Vir, Pontano y Llobet, aunque éste se salvó porque en septiembre nos quedamos sin juegos y toda la mano dura volvió a tenderse con los dopados. Vir se llevó todos los golpes, merecidos, sí, buscados, sí, pero evidentemente ella no era la única, aunque pagó por todos. Virginia Berasategui da positivo por EPO en el triatlón de Bilbao, el cuento de hadas se ha acabado. La triatleta, la campeona, calló del cielo y se estrelló. Pero ese día Vir tomó una decisión acertada “soy Virginia Berasategui” y afrontó la verdad, a medias, pero confesó: “me he dopado”. El cuento de hadas era solo eso, un cuento.

La historia real:

Erase una vez una niña llamada Virginia Berasategui Luna que soñaba ser feliz, soñaba jugar y soñaba ver el cielo azul. Sus sueños nunca se cumplieron, su papa soñaba que la niña fuera triatleta, soñaba que la niña fuera campeona del mundo y soñaba que tocara el cielo de Kona. El cuento de hadas del Berasa iba mal, la niña no era una campeona y aquello no funciona, y Vir, ya adulta, decide cumplir el sueño de papá a su manera. Busca los servicios de un mago, conocido por trabajar con un príncipe, el príncipe Eneko. Eneko es triatleta, es campeón y tocará el cielo, de la mano de su mago. Y Vir lo sabe y quiere la magia del mejor. 


La magia hace efecto y Vir gana Lanzarote 2004 y 2005, triatleta y campeona. Mientras, el príncipe observa los resultados. Y no le gustan, decide no arriesgar y esperar a que mejore la magia. Resulta que la magia deja rastro y lo descubren. La reina madrastra Marisol se enfada y quiere acabar con Vir, pero el mago Mújika con un embrujo la salva de la malvada reina. Todo el mundo centra su atención en Vir, sin darse cuenta de un detalle, el príncipe no acaba en Lanzarote y no es capaz de acabar en 3 ironman seguidos. Su hermano tampoco. Vir, mujer, su compañero de grupeta Iban, amateur. Esto en el mundo del deporte tiene un nombre, “Guinea Pigs”, Vir e Iban son los cobayas. Los han utilizado para experimentar, víctimas fáciles y prescindibles. Lo importante era chequear los métodos para usarlos con los pesos pesados, con los que se llevan los premios importantes, los triatletas pro masculinos. En el ciclismo, mientras los capos llevan tratamientos 5 estrellas, los gregarios y los novatos son usados para probar la hemoglobina animal y todas esas mierdas que nos contaba Manzano. En el triatlón usan a las chicas.

El Berasa cansado de tanta magia, saca a la niña de allí y la manda con un rey amigo suyo. Pero eso tampoco funciona, Vir quiere cumplir el sueño de papá, tocar el cielo, y en 2008 busca los consejos de un aprendiz de brujo. Un aprendiz que es amigo del príncipe, y de otros príncipes y otros magos. Y el aprendiz obra el milagro, y nos lo enseña. Mejoras del 17% en pocos meses. Con el aprendiz toca el cielo en el Ironman de Hawaii en 2009. Desde la tercera plaza Vir cumple el sueño de papá, estar en el podio de Hawaii. Desde ese año y con los mismos tiempos Vir cae varios puestos año tras año, otras princesas de países lejanos también tienen magos (Sutton, Siri Lindley y Cliff English entre otros). Y Vir que ya ha tocado el cielo vuelve a su pueblo, a su tierra, donde todos la quieren y allí sigue ganando, cariño y premios. En 2013 decide que el sueño de papá ya está cumplido y quiere hacer realidad el suyo, el de Virginia Berasategui Luna. El 18 de mayo de 2013 es el día elegido para su retirada, y quiere hacerlo a lo grande, ganando. Pero ese año una princesa de un país lejano participa en Triatlón de Bilbao, Asa Lundstrom. Vir la conoce bien, una joven triatleta ganadora del Ironman de Suecia en 2012, la sueca es buena, muy buena. Vir, que llevaba un tiempo alejada de los magos decide tomar la pócima, y gana el triatlón de su tierra, todo el mundo aplaude. Pero descubren la pócima, y Vir vuelve a ser la niña que solo quería jugar y llora. Es humana.


La reina madrastra Marisol pide su cabeza, el príncipe la detesta, el aprendiz de brujo escurre el bulto y la princesa de tierras lejanas recupera su corona. Todos han ganado menos Vir, incluso el mago, que ha recibido su dinero pero nadie habla de él. Solo importa acabar con Virginia Berasategui. Y acaban con ella, desde luego, pero por fortuna no consiguen acabar con Virginia Berasategui Luna, que ha vuelto en 2016 para mostrarnos que es humana. Vir compite otra vez en Bilbao, hacía tres años que no podía. La princesa sueca también compite, tras ¡tres años de ausencia! ¿Coincidencia? ¿Morbo? ¿Provocación? La sueca calienta el ambiente: « Last time in Bilbao I placed 2nd after a doped athlete. Now, 3 years later, I am going back for the race. Apparently, she is too. #cleansport». Pero Vir es humana y queda tercera. Gana la princesa nórdica, 4h36, segunda Judith, 4h39, tercera Vir, 4h44.

En 2013 Virginia Berasategui ganó con 4h49, la sueca acabó a 12 minutos, 5h01. En un primer vistazo parece que los efectos de la EPO en Vir fueron de 20 minutos aproximadamente, justo lo que dice la teoría. Pero no es así, los tiempos hay que compararlos con alguien de confianza, y Asa Lundstrom entrena desde 2015 con Cliff English (aprendiz de Watson y Filliol en la época de Kelly Guest y Peter Reid y entrenador de Leanda Cave y Liz Lyles). Nos quedamos con las ganas ¿O no? Tenemos una chivata, una triatleta que ha tenido una progresión horizontal en los últimos años, una triatleta honesta. Estefanía Gómez estuvo en 2013 y 2015. En 2013 acabó 3ª con 5h08, y en 2016 ha sido 5ª con 4h59. El año 2013 fue frío y lluvioso, los tiempos de Estefanía son lógicos y normales. En los otros años hizo 4h59 (2012), 4h57 (2014) y 5h07 (2015), regularidad absoluta. Pero cuál ha sido la evolución de Vir y la princesa sueca en estos tres años. Vir es mayor de 40 años y Asa tiene 32. Es esperable un rendimiento horizontal en Vir y una mejora del 1-2% en la sueca. Vir en las mismas condiciones debía haber hecho 10 minutos menos, 4h39, y Asa 4h51. Pero Vir dio positivo por EPO en 2013, luego hay que sumar entre 15-20 minutos, 4h54. Asa es joven, hay que esperar hasta un 2% de mejora (5 minutos) 4h46.  Pues bien, ninguna de las dos ha cumplido con la teoría, 4h44 para Vir, y 4h36 para la princesa sueca. Esto sería sorprendente si no supiéramos que Vir ha estado en el CAR de Sierra Nevada hace un mes, y que Asa entrena con Cliff English. Sus tiempos respecto a los de Estefanía han mejorado un 3% en el caso de Vir, y casi un 4% en el de la sueca. Parece mucho, demasiado. Pero sigamos con el análisis, Asa no ha conseguido batir el récord de Triatlón Bilbao, no, ese honor lo tiene Virginia Berasategui en la primera edición (4h29  en 2011), tampoco tiene la segunda mejor marca de Maider Gaztañaga a solo 6 min del récord, pero sí ha conseguido la mayor diferencia sobre Estefanía, más de 22 minutos. Esto es importante porque el récord puede estar influenciado por muchos factores pero la diferencia con Estefanía no. Asa ha tenido mejor rendimiento que la Vir de 2012-2013, cuando sacaba 21 minutos a Estefanía, y un poco peor que la Vir de 2009 que sacaba 26 minutos a Estefanía en el D.O. de Arinaga. Pero aquí lo importante no es Vir, ella ha cumplido su sanción, y ha cumplido con la ley del deporte.  Ha vuelto “humana”, no ha ganado y no se ha reído de nadie, ella ha sido Virginia Berasategui Luna. Aquí lo importante es lo de Asa Lundstrom, ha venido a Bilbao a provocar y se lleva una victoria aplastante. Una triatleta pro que entrena con C. English, que tiene 9h02 en IM en 2015 y que ha tenido una mejora del 6% en 3 años. La EPO da mejoras en torno al 7%. En 2012 con peores tiempos Asa ganaba pruebas Ironman, ahora no ¿Qué está pasando?
Buena pregunta. Solo Virginia Berasategui Luna tiene la respuesta, y nos la está mostrando. Ha sido podio en Hawaii, está fina y entrena en altura, con EPO o sin ella estaría en el top 20 de Hawaii, no es fácil ganarla, Asa y Judith lo han hecho con amplio margen. Vir nos está diciendo claramente que sí, que algo está pasando.
 

P.S.: Entiendo que a algún purista/extremista del dopaje pueda no gustarle este artículo: "tolerancia cero", “sanciones de por vida”. Lo siento y pido disculpas pero no estoy de acuerdo. Virginia, Nina, McMahon y Lisa han confesado, cuando las han pillado, sí, pero ningún triatleta masculino ha sido tan valiente, ninguno. Los deportistas como Vir son necesarios, nos sirven de referencia para descubrir lo que se esconde detrás del teatro del deporte. Y que vuelvan nos puede dar mucha información. Vir fue humana y ahora vuelve a serlo, sabemos todo de ella. Los/as demás no, y esconden mucho, mucho más de lo que imaginamos.