domingo, 13 de noviembre de 2016

Casos de superhombres en el trideporte (…): Los récords sub 8h



Año triatlético de 2016, hace 20 años el trideporte superó uno de los límites humanos que desde sus inicios en 1978 se veía como algo imposible, inalcanzable para la especie trihumana. Desde entonces, los mejores Ironmanes de todo el mundo se marcan ese límite como reto y casi todos lo consiguen, hasta los españoles. Es el límite de las 8 horas, los récords sub 8h. Era 1996 y el lugar elegido fue Roth, uno de los circuitos IM más rápidos, o más cortos, que en el tri nunca se sabe. Ninguno de los grandes del Ironman de Hawaii había conseguido bajar de las legendarias 8 horas. Ni Allen ni Scott en el IronWar 1989 (8h09), ni el engendro de Molina (8h31 en Hawaii), ni el enfermo de Welch (8h20 en Hawaii), ni el aero de Tinley (8h21 en Cape Cod), ni Dittrich (8h11 en Roth), ni Bustos (8h03 en Roth), ni Kiuru (8h04 en Roth), ni los tanques alemanes Zack (8h02 en Roth) y Hellriegel (8h10 en Roth). Ninguno de los míticos, curtidos y expertos ironmanes de USA y Alemania había sido capaz de romper el límite de lo humano. El 11 de julio de 1996, un joven y casi desconocido triatleta alemán de 25 años machaca el récord: 7h57´02. Leder reconoce que las condiciones eran idóneas pero ese día había nacido un superhombre. La alegría le duró poco y al año siguiente Luc Van Lierde, pulveriza el récord. Ese mismo día hasta 4 triatletas bajaron de las 8 horas (Jurgen Zack, Thomas Hellriegel y Lothar Leder otra vez). La marca de Luc Van Lierde estuvo vigente 14 años. Una marca conseguida 3 años después de los récords de la hora de Indurain y Rominger, hoy deslegitimados por el dopaje masivo en el ciclismo en esos años. Lo de las bicis no UCI fue una excusa, ahora sí valen. El récord sub 8h en Ironman tiene un significado especial. Mientras en ciclismo se marca como límite humano los 6w/kg, en Ironman no hay límite, como están mal medidos, como las circunstancias de carrera cambian, como el viento puede ser favorable, los “expertos” del tri dicen que no se puede hablar de marcas sino de puestos. Esto tiene una intención oculta, que nadie pueda argumentar o explicar lo que no es. El trideporte está por encima de esas cosas, en “nuestro” deporte no hay manchas. En el año del veinte aniversario del récord, otro alemán, también en Roth, ha dejado otro récord para la historia.

 Pero repasemos la historia. La primera referencia de las 8 horas la encontramos en 1989, el año del IronWar, Dave Scott se queda a un minuto y unos segundos de bajar esa extraordinaria marca. Era el IM de Japan y con bicis de tubos, ruedas sin perfil y manillar de tri, el americano se queda a poco de entrar en la leyenda con 8h01’32. Una leyenda que sin embargo tendrá nombre, apellidos y patria europeos. Tras unos inicios inciertos, desde 1990 el Avia Ironman (Roth) se disputa en distancia Ironman. En 1991 la prueba se convierte en el Quelle Ironman, y ya ese año un extraordinario Pauli Kiuru para el crono en 8h04, y un triatleta de leyenda, A. Alix, nos deja su mejor registro en IM, 8h47. La prueba mantiene su denominación hasta que en 2002 Challenge se hace con la titularidad, y hasta hoy, que con el cambio de patrocinador se llama Datev Challenge Roth. Los años siguientes (1992-1995) las marcas se mantienen entre las 8h01’59 de Zack (1994) y las 8h08 del propio Zack (1995). Pero esos años entra en escena un novato triatleta alemán, 21 años en 1992 y el 7º puesto con 8h26. Aunque el joven Leder promete, los siguientes años sufre altibajos y no evoluciona demasiado, siendo 3º en 1995 con un tiempo de 8h23, con Zack y Hellriegel parando el crono en 8h08 y 8h10 respectivamente. Pero al año siguiente, y coincidiendo con la exhibición de sus amigos del equipo ciclista Telekom en el Tour, el joven teutón revienta la banca y deja el récord en 7h57, más de 11 min. mejor que el 2º clasificado y 10 min. más rápido que su mejor tiempo (8h07 en 1994). Ese día Kiuru y Bustos quedaron a 30 minutos del joven tanque alemán, con el alemán R. Muller-Horner (3º en Hawaii en 1995) en el 2º puesto a más de 10 min. y el holandés Van der Marel 3º a 15 min. Una exhibición, en un día, según Leder, ideal. Si Roth es rápido o corto, o si ese récord es fácil o no, es difícil de afirmar. Como referencia decir que Allen disputó la prueba en 1994 y no fue capaz de bajar de 8h23, la media de sus tiempos en Hawaii. Los tanques alemanes volaban en Roth. El récord de Leder parecía que iba a ser la marca de referencia para la siguiente generación de triatletas, pero como los récords de la hora de ciclismo en esos años, el récord del triatlón tardó poco en ser superado. Ese mismo año en Hawaii, Luc Van Lierde pulveriza los tiempos de Allen y deja unos estratosféricos 8h04, y al año siguiente en Roth, Van Lierde y 3 triatletas más bajaron el tiempo de 1996, incluido el propio Leder. Con una media de más de 42 km/h en el parcial ciclista, Zack y Hellriegel se van camino del récord, pero en la carrera a pie un Van Lierde pletórico, corre en 2h36 sobrepasando a Zack y dejando las 7h57 de Lether en el olvido: 7h50’25 para el belga que tenía equipo médico (Jan Olbrecht) y estaba patrocinado por Mapei. Con el control de la EPO en la orina desde el año 2000, y el de hematocrito en sangre (50%), los dos récords de Luc Van Lierde, en Hawaii y en Roth, han perdurado 13 y 14 años. En 2011, Craig Alexander en Hawaii y Marino Vanhoenacker en Austria rebajan por fin los tiempos de Van Lierde. A la semana siguiente de lo de Austria Andreas Raelert para el crono en 7h41’34, otra vez en Roth. Gracias a la nueva generación de bicis aero, los tiempos de Luc Van Lierde son historia. Una historia que como hemos dicho tiene un paréntesis en el año 2000, año de las olimpiadas triatléticas y de los engendros que superaron a Lessing silbando, y año de la transformación de Luc Van Lierde en el Príncipe de los Espectros. Ese año se comienza a detectar la EPO en los controles de orina, y aunque en el tri no había todavía controles de sangre, los superhombres de los 90s se transformaron en espectros. Leder, Van Lierde, Zack y Hellriegel desaparecen de los podios, de los récords y prácticamente de la escena triatlética. Una epidemia asola el triatlón europeo y si entre 1996-2000 hasta 9 veces se bajó la legendaria marca de las 8 horas, hasta 2004 nadie vuelve a superar esa barrera humana. Lo cual relaciona bien con los estudios del atletismo sobre el efecto 2000 en las marcas de 10 mil metros. Entre 2004, año de la verdad en el trideporte, y 2011 sólo diez sub8 y ninguno de ellos por debajo de los tiempos de Van Lierde y Zack en 1997. En 2011, hasta 6 marcas sub 8h se registraron y desde entonces es un no parar. Pero, quiénes son esos seres extraordinarios, esos superhombres, esos triatletas sin igual que han conseguido doblegar las barreras del ser humano. De los 4 primeros ya hemos hablado, Lothar Leder, Luc Van Lierde, Jurgen Zack y Thomas Hellriegel, y seguiremos hablando. Pero los siguientes merecen también su mención.


El primero es Peter Reid, 7h51’56’’ en Klagenfurt  (Austria) 1999, a 1 minuto y medio del  récord, antes de los controles de EPO pero con un maratón recortado en 1 km. Ese mismo año Zack, Hellriegel y un desconocido Jan Van der Marel bajan de 8h, en Roth los alemanes, y en Almere el holandés.  El Canadiense es el primer no europeo en conseguir la hazaña, un año antes de que su compatriota (las banderitas) Simon Whitfield ridiculizara a los mejores triatletas ITU silbando en un sprint de 500 metros que le dieron la gloria olímpica. Con 30 años, Reid venía de ganar en Kona en octubre de 1998 al mismísimo Luc Van Lierde, aunque el año del récord de Reid el belga le devolvió la pelota al canadiense y le dejó en el segundo cajón del podio. Era la última vez que Van Lierde asomaba por allí. En el año 2000, Reid, aprovechando la capacidad de Van Lierde para desaparecer, y la suya propia para regenerar hematocrito, vuelve a ganar en Kona, con controles de EPO en la orina, pero un presidente ITU que llevaba la misma banderita. Eran los años de McDonalds y del dominio canadiense en chicos, chicas y olimpiadas. Peter Reid domina la distancia IM desde 1998,  hasta el año de los positivos por EPO (2004-2005), aunque nunca más volvió a bajar de 8h en Europa. Y eso que entrenaba en altura en Colorado con Huddle y sus parejas (Paula-Huddle y Lori-Reid). América es de los americanos, y Europa de los europeos. Banderitas, ya sabéis.



 El siguiente sub 8h de la historia es del holandes Jan Van der Marel, su caso es de libro. Uno de los mejores triatletas holandeses de los 90s, Van der Marel era un asiduo del Ironman de su país (Almere), ganando en 1993 y haciendo podio en 1994 y 1995. Sus marcas eran de lo normal de la época, 8h16. Pero en 1996, el año del récord de Leder, el holandés hace 8h01´19 en Almere y supera por 1ª vez el tiempo de “The man” en Japón. Un poco más y hubiera pasado a la historia por ser el primer sub 8h. Ese año va a Hawaii y hace 9º con 8h35. Con 28 años mejora 15 minutos en Almere, y en 1999, tres años después, se convierte en el único triatleta de la historia en bajar de 8h en IM Almere, 7h57’46. Desde entonces nadie ha bajado sus tiempos allí. En 2000 también desaparece de la escena triatlética, con 32 años, un top10 en Hawaii y un sub8 (el 5º hombre en lograrlo). Empiezan los controles de EPO en orina, y los espectros mean rojo. El caso de Van der Marel encaja con el de Irma Heeren, extraordinaria atleta que se pasa al tri en 1994 y empieza a mejorar sus marcas escandalosamente, allá por 1996. En 1999 hace 2h35 en maratón, 1h10 en media maratón y bate el récord del IM Almere (8h56), ninguna triatleta lo ha vuelto a hacer tan rápido, probablemente porque el circuito cambió, pero también porque en maratón y media maratón todavía tiene de las mejores marcas de raza blanca en Holanda, y en 20 km y 30 km sus récords perduraron hasta 2006, cuando los holandeses empiezan a nacionalizar atletas africanas. Jan e Irma, holandeses, y espectros. Irma desaparece del tri en 2000, con 32 añitos, y no vuelve a correr como en 1999. Y eso que preparó específicamente la maratón olímpica para 2004. Con controles de orina y de hematocrito en sangre, no se corre igual. Lo llaman el entrenamiento cruzado, en 1999 ya existía y coincidentemente daba los mismos resultados que la EPO. Menudo timo.

 Y llegamos al 2000 con 9 récords, el triatlón es olímpico y se acaban los récords. Al igual que los ITU, los Ironman sufren el efecto 2000 y después de los JJOO de Sydney sus marcas empeoran, mucho, en Hawaii y en Roth, más de 20 min. Zack, Leder y Hellriegel a duras penas bajan de 8h20 esos años en Roth, y en Kona los dos primeros ni acaban y Hellriegel se mueve por encima de las 8h35 hasta que desaparece en 2004. Atrás quedan sus 8h06 de 1996. Son años inciertos en el trideporte, hasta que en 2004-2005, el año de la verdad, Macca y Faris saltan la banca en Roth, 7h57’50. No es una gran marca pero es el principio de la nueva era. Dos nuevos espectros. Los años siguientes Macca (2005, 2007 y 2008) es el único que supera la barrera del trideporte. Pero en 2009 volvemos a los récords alemanes, Michael Gohner, Timo Bracht y Faris Al Sultan bajan de las 8 horas. Y en 2010, un danés, Rasmus Henning, un alemán, Sebastian Kienle, y un belga Marino Vanhoenacker. Ahora ya más cerca de las marcas de los 90s, vamos mejorando. Controles de sangre, de EPO en orina, pasaporte biológico y en 2010 los triatletas cada vez van más rápido, todo lo contrario que los atletas y ciclistas ¿Por qué pasa esto? Es muy sencillo, mientras en atletismo y ciclismo siguen sancionando, en triatlón, el efecto 2000 y el año de los positivos (2004-2005) quedan atrás, la política de tapar todo y el “retírate chaval #oloqueseadealgunamanera” da sus frutos y el trideporte muere por sí solo, sin que nadie haga nada por evitarlo. Y en 2011 salta la banca, 14 años después, récord para otro belga, 7h45, Marino Vanhoenacker, ahora entrena con Luc. Y pocos días después, en Roth, 7h41’34, Andreas Raelert, uno de los triatletas más creíbles hasta entonces quiere su trocito de gloria. Ese año 6 triatletas bajaron de las 8 horas, el año que más desde 1997. Michael Weiss, Eneko Llanos, Ronnie Schildknecht y Sebastian Kienle se unen a los otros dos. Un sancionado por doping sanguíneo, un pupilo de Iñigo Mújika (Euskatel, etc), un don nadie en Kona y el nuevo tanque alemán, casi ná. En 2012 es Craig Alexander el que se suma a la lista, y se convierte en otro gran campeón de Hawaii con su récord, como Reid. Ni Allen, ni Scott lo tienen (los dos triunfaron antes de la EPO), Scott por retirarse y Allen porque probablemente no lo buscó, pero da una pista de qué va el asunto. La lista se ha ampliado en los últimos años, 31 marcas sub 8h más en 4 años. Triatletas como Víctor del Corral, Brent McMahon, James Cunnama, Andrew Starykowic, Tim O’Donnell, Lionel Sanders y Luke McKenzie, y muchos desconocidos que nunca volverán a hacer nada en el trideporte completan la lista de Recordman sub8h. Pero hay un dato que no hay que olvidar, en 2011 las bicis mejoraron, unos 5-10 minutos, no más. Por eso en los últimos años es importante prestar especial atención a los sub 7h50, que serían el equivalente a los sub 8h entre los 90s y 2010. Los primeros fueron Vanhoenacker y Raelert, ya están comentados, casi 10 min menos que Luc Van Lierde en 1997, sobran las palabras. El siguiente en la lista sub 7h50 es un español, el triatleta que marcó un antes y después en el trideporte patrio, en las olimpiadas del terror del 2000 fue 5º y desde entonces, campeón y subcampeón del mundo ITU, 5º en Pekin 2008 y se pasa a la larga en 2013. El primer año hace 6º en Kona y al año siguiente se casca un récord sub 8h (y sub 7h50). 7h48 para Ivan Raña en 2014, desde entonces hace parciales ciclistas de los 80s sin acople (4h58 en Kona en 2014) y aunque corre como los mejores, a duras penas le da para entrar en el top 10 en Hawaii. Hace un año presumía de entrenar con Luc Van Lierde, ahora ya no. Y Van Lierde tampoco.

 Y de Raña pasamos a 2016. Entre medias, ningún sub 7h50 pero muchos sub8 con sorpresas como las de Nils Frommhold, 7h51 en Roth 2015. Y este año 2016, Brent McMahon y Patrik Nilson logran la 4ª y 6ª mejores marcas de la historia. El canadiense era la segunda vez que bajaba de 8h, pero la primera sub 7h50, 7h46.  Desde hace 20 años entrena con Lance Watson, el primer gurú canadiense del engendro Whitfield, y con Lisa Bentley de manager. Brent tiene récords en Arizona, el IM de Paul Huddle, y actuaciones bastante irregulares en Kona, donde desde semanas antes asaltan a controles a todos los contendientes y por eso allí las marcas se mantienen por encima de los tiempos de los 90s. Triatleta olímpico y campeón IM por la gracia de Watson, y un récord lamentable para un triatleta del montón que con 36 años ya esperamos poco más de él. Patrik Nilson es un joven triatleta sueco que lleva 2 récords sub8 (uno sub 7h50) pero que todavía no ha pisado Hawaii. Es de la nueva hornada de triatletas nórdicos, que a base de machacar los pedales consiguen rendimientos terroríficos en el parcial ciclista pero luego también tienen fuerzas para correr como los mejores. 7h49 para el sueco en Copenhagen, una promesa que se quedará en eso. En Hawaii no superan la semana previa, les leen la cartilla y no vuelven. Y el último de 2016 es el actual recordman de la distancia IM, el Leopard 3 alemán Jan Frodeno, la nueva estrella del panorama triatlético. 7h35’39 para este nuevo recordman alemán de la distancia IM140.3. Campeón olímpico en 2008, y poco más en sus años ITU. Reventó la banca en Pekín 2008 con un sprint a 300m del final donde ni los medallistas olímpicos Whitfield y Doherty, ni el pentacampeón mundial Noya pudieron hacer nada por evitar la aplastante victoria de un triatleta que sin ninguna victoria en Series Mundiales nunca les había ganado antes. 20 segundos le sacó a Noya en 300 m, y el gallego iba a 3’06’’/km. Este año tras los análisis retrospectivos de Pekin 2008 y Londres 2012, Alemania ha vetado a sus mejores triatletas para los JJOO de Rio. Gracias a Frodo. El nuevo hijo prodigo de Girona, una de las ciudades con mejor calidad de vida, con buenos médicos y con las farmacias andorranas cerquita, es la vergüenza de este deporte. Un tipo peligroso, casi al nivel de Stadler, que no duda en echar mierda a los demás cuando sabe que su culo está a salvo en España. Un país en el que los triatletas no están obligados a pasar controles sorpresa. Un país en el que siguen ejerciendo médicos como Martí o Celaya. Un país en el que los que confiesan son vetados y los que dopan son absueltos. Así es Frodo, el nuevo superhombre del tri, con una marca de otro planeta, Kripton o Frodolandia, que más da, todo lo que sea bajar los tiempos de Luc Van Lierde es pura ficción cinematográfica: Frodoman, el hombre de hierro.

 En cuanto a las chicas, pocas novedades, aunque una hora menos, sub 9h. El primer récord sub 9h también corresponde a una casi desconocida, Thea Sybesma, pero mucho antes, en 1991. Eran los años de los ciclistas muertos en Holanda y una triatleta holandesa entra en la historia, 8h55’29. Al año siguiente repitió la gesta, en Roth otra vez. Relacionada con el mundo de la medicina, estaba al tanto de las últimas novedades en “ayudas” médicas para el deporte. Y las aprovechó, pero su motor no daba para más y tras 4 años de dedicación al trideporte (3ª y 4ª en Hawaii además de victorias en Europa) nos dejó un récord y para casa, con 34 años. Los 90s fueron el caldo del cultivo ideal para el desarrollo del triatlón en Holanda y en Alemania. Después vinieron los récords de Paula, en Roth y en Hawaii, durante varios años (8h50), y más holandesas y alemanas casi desconocidas (Ines Stedt, Irma Heeren, Katinka Wiltenburg), y una americana (Sue Latshaw). De ellas solo Thea Sybesma y Susan Lathshaw subieron al podio de Kona una vez a recoger el bronce. Ya en los 2000 las exclusivas del sub 9h fueron Lori Bowden y Kate Allen, y un sub9 de Nina en Frankfurt justo el año de su positivo, pero ninguna superó la marca de Paula en Roth. Un parón de récords en los años de la verdad, y es que el positivo de Kraft hizo mucho daño a la industria farmacéutica del tri. Pero en 2007 la CERA supuso una revolución en el mundo del trideporte y volvieron los récords. Yvonne Van Vlerken, por dos veces (Roth y Almere) y la americana Joanna Lawn. Y al año siguiente la explosión, 9 récords sub 9h en un año y la marca de Paula pulverizada por una holandesa que entrenaba con Mario Huys, 8h45 para Van Vlerken. Una triatleta que machacaba en Europa, con 11 marcas sub 9h, pero que desde 2008 desaparecía en Hawaii, año tras año. En ese 2008 aparece el primer sub 9h de la Wellington, su primer año en la Elite, de la mano de Sutton, 8h51. Fue el principio del fin, 8h39 en 2009 (Rebekah Keat), 8h19 !!! en 2010 (C. Wellington) y 8h18 en 2011 (Chrissie otra vez). Mientras, en Kona, solo Chrissie Wellington bajaba a duras penas de las 8h55 de Paula, 8h54 en 2009. Entre medias Mirinda Carfree pone el récord de Kona en 8h52 pero se queda lejos de las marcas de Wellington en Roth, 8h38 en 2010. Ninguna mujer más, a parte de Chrissie, había vuelto a rodar sub 8h30, hasta este año, cuando otro de los Angeles de Sutton, Daniela Ryf, ha hecho 8h22 en Roth y ha dejado un récord en Hawaii que tardará en ser batido, 8h46. Muchas de las pupilas de grandes gurús, además de engendros femeninos y espectras del tri, están en la lista, como no: Paula Newby Fraser y Lori Bowden (Paul Huddle), Rebekah Keat (nandrolona en 2004), Nina Kraft (EPO en 2004), Kate Allen (falso positivo en 2004, Darren Smith), Lisa Hutthaller (Epo en humanplasma), Bella Bayliss, Mary Beth Ellis, Chrissie Wellington, Caroline Steffen y Daniela Ryf (todas con Sutton), Leanda Cave y Mirinda Carfree (Siri Lindley, la ex-alumna de Sutton), Yvone Van Vlerken (Mario Huys), etc.

 Y por último vamos con los españoles, el primero como no, el Príncipe Eneko, 3 DNF consecutivos en 2005 (IM Lanzarote, IM Germany y IM Canadá), y clasificado para Kona en el ultimo IM del año en Australia (patria chica de su Mago Mújika). En 2006, 2 DNF consecutivos (IM Lanzarote y IM Roth) y 5º en Hawaii. A partir de ahí un no parar de éxitos en la larga distancia, por fin encontró el secreto del Ironman. Un secreto que le ha llevado a ser uno de los sub 8h de la historia. No es demasiado escándaloso, 7h59, el año 2011 cuando las bicis habían mejorado, aunque Eneko rodaba con una del 2008, la BH GC Aero 9.8,  y no con la evolucionada Aerolight RC de 2012. BH y Orbea se quedaron atrás en las mejoras aerodinámicas y eso se notó en 2010 en Hawaii cuando el resto de favoritos metieron más de 8 min a Alexander y a Eneko en el parcial ciclista (era la primera vez que Eneko no se bajaba de la bici con el grupo principal) y en 2011 cuando Eneko tuvo su primer DNF en Hawaii en 6 años. Aun así, con ese tri-ciclo, récord sub 8h para Eneko. El récord de Raña ya lo hemos comentado, sub 7h50 en 2014, estratosférico, más rápido que Van Lierde en 1997 y 3ª mejor marca de la historia en ese momento. Sin palabras. Y por último vamos con Víctor del Corral, 7h53 en Florida 2013 y récord de la prueba. En aquel entonces se convirtió en el plusmarquista español de la distancia. Un triatleta que tiene de los mejores tiempos de la historia de Lanzarote, que no aparece por Hawaii (dicen que no nada bien) y que se convierte en 2013 en el primero en ganar dos pruebas Ironman con 15 días de diferencia a ritmos de récord. Esa es la última moda, disputar dos Ironman sin respirar, Marino Vanhoenacker, Del Corral y Miquel Blanchart son los expertos, es la mejor forma de aprovechar los picos de forma. El propio Marino tiene dos sub 8h en el mismo mes (7h53 en Brasil y 7h48 en Austria). Es el único del mundo, gracias a Luc Van Lierde, el Príncipe de los Espectros que dejó una marca para la historia, una historia de superhombres que se sigue repitiendo año tras año en el trideporte.

 Y estos son los récords del Ironman, superhombres y supermujeres con poderes para superar cualquier límite que se ponga al ser humano. Primero fueron los sub 8h, en 2011 los sub 7h50, este año hemos rebasado los sub 7h40 y queda poco para que las 7h30 sean historia. Es más, queda poco para que Sutton y alguna de sus “chicas” haga sub 8h. Parece mucho, pero la Welli en 2010 bajó 20 min. el anterior récord, no el de 1991, no, el de 2009. Daniela Ryf será la próxima supermujer del tri. En hombres 20 años han pasado del primer sub 8h de Lothar Leder en 1996. Un año en el que la EPO ganaba el Tour, maratones, copas de Europa y en 1998 el Mundial de fútbol. El analista deportivo Uli Fluhme achaca los primeros récords sub 8h a la EPO, pero no da datos, solo el hecho de que no se detectaba en los controles. Un twitero, triatleta también, le pide evidencias. Y se las vamos a dar. En 1997 cuatro triatletas bajan de 8h en Roth, y dejan en el olvido el récord de Leder un año antes. Sus nombres por orden son: Luc Van Lierde, Jurgen Zack, el propio Lothar Leder y Thomas Hellriegel. Los cuatro desaparecieron de los récords, y del campeonato del mundo en Hawaii en 2000, año en que tras los JJOO de Sydney, la EPO se detecta en los controles de orina. Ese año los ciclistas ya pasaban controles de sangre para comprobar que su hematocrito era menor del 50% y su corazón no se iba a parar mientras dormían. Pero los triatletas no. A parte de eso, Jurgen Zack se retiró del triatlón con un positivo por testoesterona en 2006, un control fuera de competición que buscaba algo muy concreto. Y Lothar Leder en 2007 se convierte en el primer triatleta sancionado por un hematocrito “no apto”. Dos de los cuatro primeros sub 8h sancionados por dopaje mucho después ¿Y los otros? Luc Van Lierde no volvió a competir al mismo nivel desde su espantada en Hawaii en el 2000 y Hellriegel se la jugó entre 2000 y 2004. El alemán siguió en el top 10 de Hawaii aunque en Roth no bajaba de 8h20, pero el año que mejoraron el método de detección y pillaron a Nina, él fue DNF. Desde entonces (34 años tenía), un espectro como los otros. A eso hay que sumar los constantes rumores sobre el rendimiento de Luc Van Lierde entre 1996-1999, su relación con Mapei y la de los alemanes con los T-Mobile (Udo Bolts y Kai Hundertmarck). Ninguno de los 4 volvió a acercarse a esos tiempos desde el año 2000, cuando empieza a controlarse la EPO en la orina. A pesar de que todos los récords están limpios, ninguno de los triatletas dieron positivos en los controles correspondientes, podría ser que Uli no vaya tan desencaminado ¿Quién sabe? Uli es un tipo inteligente y que sabe mucho de todo esto. Ironmanes sub 8h, son los superhombres del trideporte, porque los humanos no hacen esas cosas.

martes, 25 de octubre de 2016

Rio de Janeiro 2016: “Panama vice”.


Este año ha sido año olímpico en Iberoamérica y eso ha tenido sus consecuencias en el deporte de por allí: dinero y programas olímpicos en todos los países del entorno para levantar el orgullo patrio. Ya pasó en Barcelona 1992 y en Londres 2012 entre otros. Pero este año de olimpiadas triatléticas ha sido diferente, la “diplomacia” británica ha actuado y la mafia del COI/IAAF ha buscado eliminar rivales, perjudicando no solo a Rusia, Kenia y China, sino también al país organizador y a los países de su entorno, toda Iberoamérica. Todos los programas olímpicos de esos países, toda su “inversión en deporte”, ha visto como el celoso control de la WADA y el COI ha acabado con sus aspiraciones de medalla. Desde 1968 no caían unas olimpiadas en la América hispana y cuando por fin se esperaba una revolución del deporte latino, ésta no se ha producido. Y eso que los síntomas eran buenos. Al menos igual de buenos que en México 68 y Barcelona 92. En aquel entonces México pasó de tener una medalla y ser el país nº 35 en medallas, al 15 con tres oros y nueve medallas en total, y España pasó de ser la 25ª en el medallero de Seúl 88 a ser la 6ª en el 92. Impresionante progresión, ahora sabemos por qué. Pero ni Brasil, ni sus vecinos han tenido semejante mejoría. Brasil ha pasado del puesto 22º al 13º, gracias a 4 oros más, porque en el total solo ha mejorado en 2 preseas. Sus vecinos ni eso, Cuba y Jamaica se han mantenido igual y los mejores han sido Colombia y Argentina con 2 medallas de oro más, el doble que en 2012, pero una miseria comparado con los 13 oros de España en el 92. Es más, México se ha quedado sin oros, a pesar del esfuerzo en todos los deportes.

Desde 2012 los programas olímpicos de los paises de Iberoamérica estaban en marcha y eso ha contribuido a aumentar el número de casos de dopaje por allí. Ciclismo, fútbol y atletismo se han visto afectados. Y el trideporte también. Aunque ni en el triatlón de Marisol, ni en el del COI, vamos a ver un caso de dopaje, y menos si es de un país hermano, así que por ahí no vamos a encontrar mucho. Pero cuando las drogas deportivas llegan a un gremio se extienden como una plaga y podemos ver como los casos de triatletas iberoamericanos en Ironman copan la lista de los últimos años: Carolina Dementiev (Panamá), Kareen Human (México), Bruno Lanzaretti (Brasil), Sylvia Helena Fusco (Brasil), Lotti Harari (Panamá), Iván Albano (Brasil). Muchos de ellos son GGEE, claro, a los “figuras” no se les toca. Los patrocinadores, ya saben ustedes. Pero lo curioso es que la mayoría son de Brasil, país anfitrión de Rio 2016, y Panamá (Human tiene licencia de allí). Y con drogas duras como EPO. Curioso, curioso. En la distancia Ironman no había JJOO y los casos de dopaje se han disparado, mientras, desde 2012, Marisol  no ha sido capáz de pillar ni a un ITU iberoamericano en sus numerosos y costosos controles ¡Aplausos para Marisol! Pues bien, puestos en antecedentes, voy a contar la historia que me motiva a escribir este artículo. Hace unos años y con motivo de la promoción de un nuevo producto deportivo tuve que vivir 2 años en Panamá. Allí me relacioné con el selecto grupo de triatletas panameños. Aunque estuve en un Club de Triatlón local, no competí, pero mi trabajo era llevarme bien con ellos y promocionar los productos. Por tanto puedo contar desde dentro la visión de un problema que rebasa las fronteras del trideporte: Corrupción en Panamá.


 Panamá es una tierra de contrastes, paraíso natural y rascacielos. Recursos naturales y paraíso fiscal. Y esos contrastes se encuentran en sus gentes: humildad y mafia. Allí no hay secretos, los ricos “rabiblancos” hablan y todos los demás lo aceptan como verdad y lo callan. Y esos contrastes se ven en el triatlón, un deporte de “niños bien” con mucho dinero, pero poco nivel deportivo, al menos hasta el 2012. El tri en Panamá empezó hacia el año 2000, y como en el resto de deportes ha estado sin ningún tipo de control en temas de dopaje. Ante la ausencia de controles era frecuente ver participar en todos los deportes a atletas ya sancionados, como Alene Reta en la maratón, y otros colombianos que estaban “bajo la lupa”. En el trideporte se pudo presenciar la exhibición del triatleta Lance Armstrong el año que no le hicieron el control antidoping a los tres primeros. También estuvo allí Laurent Jalabert, aunque muy lejos de los rendimientos que le hicieron famoso en el Tour de Francia. Y el mismísimo Noya, que ganó en 2014, pulverizando el tiempo ciclista de Armstrong. Este año ha sido Lionel Sanders el que ha volado en la bici marcando una media de casi 46 km/h. Pero justo en esos años (después de London 2012) empezaron a salir casos dopaje en el deporte panameño. Futbolistas, ciclistas, y … triatletas. El primer caso del trideporte panameño fue el de Lotty Naimark de Harari (Lotty Harari), la primera profesional de IM en Panamá. Su primera participación en Hawai, en 2013 con 43 años, y la pillan con DHEA, una droga dura, dos años de sanción. La panameña dijo que se estaba medicando y que no sabía estaba prohibido, pero es lo que nos cuentan siempre. Y con Lotty empezó todo, el deporte panameño había alcanzado la madurez. Y yo andaba por allí y me puse a preguntar ¿Con quién entrenaba Lotty? ¿Quiénes eran sus amigos/compis de grupeta? ¿A qué club de triatlón pertenecía? Y me contaron muchas historias, historias que apuntaban al selecto club de triatlón de Lotty antes de 2013: el Total Training Team (TTT). Y a un entrenador argentino: Ronan Pavoni. La verdad es que Lotty no estaba en el TTT cuando dio positivo en 2013, la llevaba ya su coach colombiano, Luis Ernesto Sierra, muy relacionado con el ciclismo de Colombia desde el año 2000. Pero toda la iniciación y trayectoria de Lotty hasta ese momento había sido en el TTT y allí aprendió lo importante, el secreto para tener éxito en el trideporte.


 La historia de Lotty es muy común en el triatlón de Panamá, ella es de buena familia y además está emparentada con uno de los hombres más ricos de allá, un judío dedicado entre otras cosas a representar marcas de ropa, perfumes, relojes, calzado, y también de marcas deportivas como Nike, Under Armour, Asics y Fila. Ser rico en Panamá es sinónimo de una cosa: compañías offshore (la zona libre de Colón, un puerto donde nadie mete las narices y está libre de impuestos). Y ese es nivel económico del triatlón panameño: offshore. Lotty se inició tarde en el tri, con 40 años, pero de la mano de Lucho Sierra y Ronan Pavoni ya consiguió en su primera prueba IM (Frankfurt 2012) la clasificación para Hawaii 2012, con un segundo puesto en su GGEE40-44. Ella ha sido la única Pro de Panamá en distancia IM, lo fue en 2011 y  luego después de cumplir su sanción en 2015. En hombres sólo está el pro Ernesto Fernández, sin nivel de pro aunque vive como tal, y en ITU podemos contar a Billy Gordon, un superclase, y a Ronan Pavoni. La realidad es que en Panamá podría haber más Pros, pero para qué, muchos GGEE panameños ganan más con patrocinios que algunos Pros españoles. Sin profesionales de relieve en 2012 hubo 8 panas en Hawaii en GGEE, liderados por el coach Ronan Pavoni y la mitad con tiempos cercanos a las 9h y con primeros puestos en sus GGEE. Para ser un país con poco más de 200 triatletas en activo no está mal. En 2015 cuarenta triatletas españoles estuvieron en Kona, con sólo 5 chicas, casi como las panameñas. Lo curioso del caso de Lotty es que dio positivo en Hawaii en 2013, cuando no consiguió acabar, DNF. Imaginamos que la hicieron pasar control por su rendimiento de Texas, donde ganó en 40-44 con un parcial ciclista de 34 km/h, mejor que muchas pros. La trayectoria de Lotty es meteórica, en 2012, su primer año, no consiguió acabar en el IM 70.3 Panamá, en 2013: 4h55´54 (2h47 en bici) y clasifica a Kona. En 2016 después de la sanción y 46 años hace 15 de las chicas y se marca 4h33 con 2h22 en bici. Estos datos son importantes para entender qué se está moviendo en el trideporte de Iberoamérica. Ya en 2013 la WTC estaba buscando algo, sus razones tendría.


Lotty acaba su sanción en octubre de 2015 y en febrero de 2016 se presenta como pro en el Ironman 70.3 de su casa. Lotty, con 46 años, hace 13ª en la clasificación pro femenina,  aunque es superada por primera vez por una triatleta panameña, Carolina Dementiev, que junto a sus  TTTriamigas, Cristina Mata y Kareen Human encabezan la lista de ganadoras en sus GGEE. Pero este año ha sido el primero en el que se hacen controles en el triatlón en Panamá, y la franquicia IM quiere dar ejemplo con los GGEE (los pros sí pasaban control). El rumor se extiende como la espuma, al menos una pana ha dado positivo. Como siempre, se intenta tapar el escándalo y todas callan. Con tanto silencio todo el mundillo triatlético de Panamá mira a Lotty, que a pesar de quedar lejos de las primeras pasó control, pero no. No es Lotty. Las dos triatletas locales que han dado positivo son la mexicana Kareen Human y la Miss panameña Carolina Dementiev. La sustancia, el esteroide Clostebol, en las dos. La Miss Panama se confiesa inocente, aunque argumenta que fue su error no informarse acerca de la composición de la crema y espera que su caso sirva como aviso y ayuda a otros triatletas. En un mundo ideal, en el que los deportistas muestran ser personas honradas y en el que se puede tener fe ciega en los controles antidoping, sería difícil no creerla. Pero nos han engañado demasiadas veces. En muy pocas ocasiones reconocen su error, y cuando lo hacen siempre ha sido una mano negra, o una crema. Si a esto le sumamos que la otra que dio positivo por Clostebol fue su TTTriamiga Human, que ambas son del mismo equipo (Total Training Team), que ambas están patrocinadas por Under Armour (marca del jeque Harari y de su gerente Luciano Miguel), que ambas entrenan siempre juntas, bajo las ordenes del argentino Ronan Pavoni (un gurú que hace que todos sus triatletas vuelen en pruebas IM), y que varios deportistas panameños ya habían dado positivo con Clostebol en controles realizados fuera de Panama, se nos hace muy difícil confiar en Carolina. Demasiadas casualidades. Para colmo Dementiev anuncia públicamente al dia siguiente del IM en Panamá, sin saber el resultado del control, que se retira dos años de las competiciones para dedicarse a sus negocios, y ahora resulta que en el inicio de su sanción la Miss va a ser mamá. Nuestra mas sincera enhorabuena, así ya no tendrá más parones en su meteórica carrera deportiva. El business es lo primero. Por supuesto el Comité Olímpico de Panamá no ha hecho nada por menear el caso, y al igual que la UTP (Union de Triatlon de Panamá) todo el mundo guarda silencio. Un poco de cremita para todos ellos no les vendría mal, pero que miren la composición antes no vaya a ser que…

Quizás Dementiev no es una deportista ejemplar, quizás también nos ha mentido, quizás seguirá usando cremitas, pero, y esto es una opinión personal, viendo su confesión hay que reconocer que demuestra una gran deportividad. Y eso es de agradecer. Si se comparan sus explicaciones con las de Vir, McMahon, Contador, Marta o Virenque, uno tiene que reconocer en lo más profundo que esta chica merece una segunda oportunidad. Primero por tomárselo como parte del juego, te arriesgas y te pillan. Y segundo por no echarle las culpas a algún poder oculto que la ha tomado contra ella. El dopaje es parte del deporte y evitarlo y sancionarlo es misión de los que compiten limpios. Un positivo no intencionado no es el fin de la vida deportiva, y todo el circo que algunos se empeñan en montar no hace sino esconder la verdad de todo esto: no saben competir sin doping. Cuando el doping es el modo de vida de un deportista, cualquier otra opción significa quitarse la careta, y eso es lo que quieren evitar. Que descubramos la verdad.

 Como es fácil imaginar, estos 3 casos de dopaje son solo la punta del iceberg del triatlón en Panamá, porque allí algo se cuece desde hace tiempo. Hay muchos rumores, rumores que luego se ven confirmados por algunos resultados sorprendentes. En el mismo club que Dementiev y Human hay triatletas que andaban mucho y que de repente, tras los dos positivos han dejado de rendir al mismo nivel que hace un año. Cristina Mata, amiga y compañera de entrenos de la miss y la mexicana, las tres mosqueteras. Hasta este año Lotty, Caro, Cristina y Human eran la cremme de cremme del triatlón en Panamá. Todas han entrenado con Pavoni, todas han pasado por el TTT y las tres últimas son uña y mugre “como dicen por allá”. Mata además esta patrocinada por el gerente de Under Armour, el argentino Luciano Miguel, íntimo de Pavoni. Con cualquiera que hables sobre Mata te contará que era una atleta mediocre en las tres disciplinas, pero que entrenando muchas horas ha conseguido un nivel de pro. Un día corre un IM, y el domingo que viene un Maratón, y al siguiente un 70.3, y los gana todos. En 2013 hizo 5h00 en el parcial ciclista de Hawaii, el mejor de las GGEE y mejor que muchas pros. Virginia Berasategui nunca consiguió bajar de 5h01. Desde los dos positivos de su equipo ya no gana tantas pruebas y encima este año no ha ido a Kona, después de muchos años de éxitos allá. Esto por el lado femenino, porque en cuanto a la sección masculina del TTT, encontramos al Coach Ronan Pavoni (amigo íntimo del campeón argentino Oscar Galíndez), a Luciano Miguel, a Pedro Cordovez y a Fernando Alfaro. Todos cagan plata como se dice por allí. Uno de ellos, Cordovez lleva participando ininterrumpidamente en Hawaii desde 2009. Nunca falla.  Alfaro, Cordovez y Luciano hicieron los tres primeros en el IM 70.3 de Panama 2016 en su GGEE. Ellos no dieron positivo, pero las chicas sí, siempre pillan primero a los “guinea pigs”. Pero no solo es el TTT, también tenemos al mexicano Alfredo Trujano, marido de Kareen Human, una de las cazadas con la cremita. Trujano compite en todo, triatlones, bici, carreras a pie, con exhibiciones metahumanas. Tiene 8h54’ en Hawaii en 2013, mejor que algunos pros, y de los mejores tiempos en GGEE. Estuvo en TTT hasta 2014 pero se salió para montar su propio club, del que ahora dice que es el Coach. Evidentemente sin Pavoni no consigue los resultados de antes. Tras ser el mejor GGEE en el IM de Cozumel en 2015, este año ha hecho 9h28 Kona, su mejor tiempo desde 2013. Demasiada diferencia. En 2015, en el triatlón de Portobelo, era uno de los favoritos, pero le dio algo raro en la carrera a pie, cuando iba primero con 5 min de ventaja sobre el segundo, y quedó inconsciente en una zanja. Ahora su mujer, en el TTT, da positivo. Y así está el asunto, en 3 años, los triatletas panas suman 3 positivos, primeros puestos en GGEE en Hawaii, muchos éxitos y varios récords, todo con origen en el TTT y Lucho Sierra.

Pero no solo es el trideporte. Estos casos de triatletas panameños y sus rendimientos relacionan muy bien con lo que esta pasando en Panamá en otros deportes. Es el caso del maratoniano panameño Jorge Castelblanco. Un atleta que no había bajado de 2h24 en maratón y que para lograr la mínima olímpica se tiró en Hamburgo 2h15. En el maratón de Rio, con todos los controles de Coe y Reedie, el pana hizo una modesta marca de 2h39, muy lejos de sus tiempos. Últimamente ya no corre como en Hamburgo. Si vemos lo que dicen los expertos sobre mejoras provocadas por el dopaje, encontramos que esos 10-15 min en maratón son normales en atletas entrenados. Es año olímpico y eso se ha notado en Panamá. También tenemos al mejor, y casi el único, ciclista profesional de Panamá, Ramón Carretero. El jovencísimo ciclista se presentó en el Giro 2015, era el primer pana en estar allá, y se ausentó en la segunda etapa por una gripe, bueno eso y que dio positivo por EPO en un control sorpresa poco antes de la vuelta italiana. Otro niño de familia de negociantes panameños, con todo lo que eso implica en el Paraíso panameño. Todos estos rendimientos extraordinarios y casos de dopaje contrastan con otros casos en los que a pesar de los años de experiencia, esfuerzos y trabajo no se consiguen los objetivos marcados. Es el caso de Billy Gordon, triatleta panameño que no se ha logrado clasificar para los JJOO. Los conocí a todos allá y si algunos han evolucionado tanto y Billy no, es porque los otros llevan algo diferente, alguna pócima mágica panameña, o transatlántica. Quién sabe.



 Con estos tres casos de dopaje, más los rumores que llevan años filtrándose en el mundillo del TTTrialón en Panamá, y más esos rendimientos lagunares, sólo nos queda hacernos la pregunta ¿Quién está detrás de todo esto? Y la respuesta es…el Canario. Sí, sí, el mismo. Sorprendentemente el dopaje de Panamá poco tiene que ver con la magia negra panameña y más con el tráfico transatlántico del dopaje europeo. El primer positivo del trideporte panameño fue el de Lotty, un control tras no acabar en el IM de Hawaii a una GGEE de 40-44 ¿Qué estaban buscando? Estaban buscando a Lucho Sierra, un hombre muy relacionado con el ciclismo colombiano desde el 2000, de la mano de Oliverio Cardenas "el terrible" (el “maestro”de Esteban Chaves) y  con los grandes campeones de por allá, Oscar Sevilla (número 5 y sevillano) y Santiago Botero (número 3 y  Sansone). Varios compañeros y ex-compañeros de Oscar Sevilla en sus equipos en Colombia han dado positivo. A Sierra se le ha visto con Labarta en Panama, en sus charlas en la tienda TriStore, y en las carreras de Colombia. Ignacio Labarta es desde hace años el gurú de muchos grandes ciclistas en Colombia, pero es más conocido por ser el socio de Eufe cuando la Operación Puerto. Un Eufe que huele el dinero y el negocio y ya en 2005 tenía compañías offshore de blanqueo del dinero del dopaje en Panamá. Siguiendo su pista la policía dio con Beltrán en Colombia…y siguiendo su pista se sabe que lleva unos años actuando en Iberoamerica. A tenor de los positivos de los últimos años, podría ser México, Panamá o Brasil. Él no da la cara, no, es demasiado conocido, pero sus “amigos” Labarta y Belda sí. Y ya sabemos los negocios de estos dos señores de abrigo terciopelado. Pero no es solo Panamá, los métodos europeos se han implantado en muchos países de Hispanoamérica estos años, los años preolímpicos. En el triatlón hemos visto como México, de la mano del gallego Javier Mon y del Coach Javier “el Toro” Rosas, llegaba con 4 representantes a estos JJOO. Un éxito si tenemos en cuenta que en las anteriores citas solo tuvo 2. El mejor de sus triatletas, Crisaldo Grajales (México) entrena desde 2015 con grupos europeos (Carlos Prieto y Gómez Noya) con excelentes resultados. Ha pasado de ser el 23º del mundo a moverse entre el 7º-6º del ranking y en Rio quedo el 12º frente a su 28º puesto de 2012. La mejora del mexicano en la carrera a pie ha sido tremenda, en 2012 solo bajaba de 31:00 en los días buenos y en 2015 corrió todas las pruebas por debajo de esos tiempos. Sus mejores carreras en 2014 eran por encima de 30:11 y ahora consigue correr en 29:36. Una mejora similar a la que consiguió Mola cuando unió sus fuerzas con Filliol, o las que tuvo Noya cuando cumplió 27 años (2010), o posteriormente cuando empezó con Carlos Prieto. Seguro que esas mejoras no tienen nada que ver con que su patrocinador Landsteiner se dedique a la investigación biomédica en México. En el ciclismo colombiano hemos visto el resurgir de los “escarabajos”, los escaladores colombianos que destrozaban el Tour a finales de los 80 y que con la llegada de la EPO desaparecieron. Los mejores de ellos, de la mano de Vicente Belda (Nairo Quintana) y Oliverio Cárdenas (Esteban Chaves). En un país en el que Oscar Sevilla con 40 años arrasa en las grandes pruebas. Ignacio Labarta es el contacto de Eufe en Colombia. Un Eufe que no se deja ver pero que no puede evitar que sigamos los rastros de su presencia. El futbol mexicano ha tenido numerosos casos de dopaje estos años. Su especialidad. El dinero está en el futbol y además es un deporte al que nadie quiere meterle mano. Pero el triatlón también cumple esos requisitos, nadie va a investigar a un triatleta. Es una norma del trideporte: Silencio se rueda. Y en el TTTrideporte de Panamá, paraíso fiscal y ahora paraíso del dopaje, el dinero y el silencio sobran.






jueves, 15 de septiembre de 2016

Rio de Janeiro 2016: las olimpiadas triatléticas.


 
Este año 2016 han sido las quintas olimpiadas triatléticas, en Rio de Janeiro, y este artículo iba a tratar sobre los favoritos, sobre los candidatos, los tapados y el éxito de Marisol y la triarmada. Íbamos a hablar de Noya y su hematocrito mutante, de Mola y su gurú canadiense (Vine, Guest, Tim Don, Katja Schumacher, etc) de Alarza y sus 8’15 y de los Brownlee y su programa olímpico de 2012. Pero el 14 de Julio, fiesta nacional francesa, todo el artículo se fue a la mierda. Como el triplete. Así que toca hablar del COI y de Coe, los grandes triunfadores de Río, en todos los deportes.

Desde que en Diciembre de 2014 Sir Sebastian Coe “echara” del cargo al senegalés Damine Diack, todo el esfuerzo del británico ha ido encaminado a eliminar rivales. Empezó con los rusos, que le habían servido para echar a Diack del cargo, y ha acabado con todos los demás, ayudado y escudado por el COI y su vicepresidente, Craig Reedie. El británico además es presidente de la WADA desde 2014 ¡Toma ya! ¡Aplausos! Y ya está, para la gente inteligente el artículo acaba aquí...
 
...pero para los demás, para los que estamos lejos de esas guerras de poder, política, dinero, drogas y muertes, vamos a dar unos datos que pueden ayudarnos a entender un poco mejor qué ha pasado en las olimpiadas de Rio de Janeiro. Y vamos a empezar por el final: el TeamGB ha sido el segundo en el medallero, por detrás solo de EEUU, 67 medallas, 27 de ellas de oro. Un éxito similar al de Londres 2012, segundo en el medallero con 65 medallas, 29 de oro. En 2004 eran los décimos con 30 medallas. Igualar las medallas conseguidas como país organizador es algo que solo otro país en la historia de los JJOO ha conseguido, EEUU. Pero hacerlo cuatro años después del éxito patrio sólo el TeamGB lo ha conseguido. Ni siquiera las naciones comunistas han logrado un éxito igual. Y para llegar a eso ¿Qué ha pasado? Muy sencillo, la mayoría de los deportistas del TeamGB que tenían medalla en Londres han repetido en Rio, pero esta vez no ha sido solo gracias al programa olímpico del TeamGB, no, esta vez ha habido otro elemento determinante: los deportistas que les podían hacer sombra no han estado. Sin entrar en muchos detalles, los más importantes y conocidos han sido: en tenis Andy Murray, repite oro, esta vez sin Federer y Djokovic en el camino, ni Nadal que llegó lesionado y se quedó fuera del podio. En ciclismo, Froome medalla de bronce en CRI, sin Contador, que estaba en la Clásica de San Sebastián recuperándose de sus caídas en el Tour. Y en pista también, Wiggins, aunque sus rivales volvieron a ser los australianos. A Wiggins le acompañaron en el podio medio Team GB, hasta 12 medallas se llevaron. Si todos han hecho lo que Lizzy Armitstead, saltarse controles, no parece tan sorprendente. En atletismo Farah repitió oros en 10mil y 5mil, con mejores marcas, mucho mejores. Y superando a atletas más jóvenes, de su generación han desaparecido todos, menos él y el americano Galen Rupp. Y lo que es más sorprendente, por primera vez en…muchos años, no ha habido ningún keniata en la final de 5000. Para eso están los controles antidopaje retrospectivos, para eliminar a dedo. Y finalmente el trideporte, Noya, el principal rival de los Bronwlee, se “cayó” unas semanas antes de la cita olímpica. Así cualquiera.
 

 Y para eliminar rivales qué mejor que los controles antidopaje, así no solo los eliminas sino que encima quedas como Don Limpio, “sin dejar huella”. Todo empezó en Diciembre de 2014 con el escándalo de la corrupción de Diack y su hijo. Allí los atletas rusos quedaron muy mal y empezó una guerra abierta para “vetarles” en los JJOO. Siempre han sido una potencia mundial en medallas olímpicas y los británicos, normalmente lejos de ellos, veían peligrar el protagonismo alcanzado en Londres 2012. Un documental de la TV alemana destapa el asunto: dopaje masivo en el atletismo ruso y corrupción en la IAAF para tapar los positivos, en muchos casos por medio del pasaporte biológico. Las denuncias de Liliya Shobukhova y Yulinya Stepanova (Yulia Rusanova) abren la Caja de Pandora. Los implicados de la IAAF dimiten (Diack, su hijo, el responsable de la lucha antidopaje - Gabriel Dolle -, y el tesorero ruso), y, mientras la Federacion Rusa lo niega todo, la IAAF y la WADA (Coe y COI) inician una investigación. En febrero de 2105 todo le salpica en la cara a Diack. En Agosto los datos del pasaporte biológico de miles de atletas son analizados y el escándalo es mayúsculo. Muchos nombres, más de 800, pero solo sabemos los de los rusos y keniatas. Con Diack tocado, el escándalo caliente, y Coe (vicepresidente anterior) pidiendo mano dura, las elecciones a la IAAF son un paseo. Coe levanta los brazos, una vez más.


Con Coe como presidente de la IAAF y el amigo Reedie como vicepresidente del COI, la influencia británica en las olimpiadas de Rio es más que clara. Pero si a esto le sumamos que el propio Reedie es presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, tenemos todo bien atado. Porque lo más importante de los JJOO de Rio no han sido las medallas, ni los hombres, han sido los nombres. Los nombres que a día de hoy todavía no tenemos. Los nombres de los deportistas que supuestamente han dado positivo en los controles retrospectivos de Pekín y Londres. Son unos cuantos. Hasta 98 entre las dos olimpiadas, en al menos seis deportes diferentes y once nacionalidades. En realidad sí sabemos algunos nombres, los rusos, un jamaicano, una kazaja, un ucraniano, una bielorrusa, una turca, una española y algún que otro keniata. En total sabemos 28, faltan 70. Podíamos hacer el ejercicio de buscarlos pero no hace falta, en primer lugar porque todo es una pantomima, de más de 10.000 muestras de Londres y Pekín, solo se han analizado 1.243, buscaban algo muy concreto, y en segundo lugar porque es inútil. El COI decidió no hacer públicos los nombres y dejó libertad a las Federaciones Internacionales. Muchas lo hicieron bien y sacaron los nombres, atletismo, natación, halterofilia, lucha libre, remo, … Pero otras no. Otras se han dedicado a perder representantes, uno tras otro, lesionados, caídos o simplemente borrados de las listas. Entre ellas, y como ya hemos explicado, el ciclismo, el tenis y el trideporte. Ninguno de los tres deportes ha hecho públicos nombres de implicados en el informe McLaren, ni en los controles retrospectivos de Pekín y Londres. En el informe McLaren hay 139 nombres en atletismo, 26 en ciclismo, ninguno en tenis y 4 en triatlón. El atletismo ya sacó los nombres de muchos rusos con los análisis retrospectivos de Pekín y Londres y eliminó a muchos del informeel ciclismo excluyó a 6, solo rusos. Por supuesto el triatlón a ninguno, como el tenis, deportes de "niños bien". Sorprendentemente en triatlón y tenis, al igual que en el ciclismo, se han “caído” varios de los favoritos y candidatos a medalla pocos días antes de los JJOO.
 
 
Ya hemos adelantando algunos de los “caídos” de Rio, todos con opciones claras de medalla: muchos rusos en todos los deportes, Federer y Nadal en tenis, Contador y Gerrans en ciclismo, los keniatas en atletismo y Noya en Triatlón. Todos se "cayeron" unos días antes del comienzo de los JJOO. El teamGB sólo tenía que participar y hacerlo como en Londres, de lo demás se encargaba Reedie. Bueno él y las federaciones, cada una a su manera. Pero vayamos con lo que nos interesa, el triatlón. Las circunstancias del trideporte son todavía más extrañas que las de los otros deportes, al fin y al cabo Murray, Wiggins, Froome y Farah han estado rindiendo al mismo nivel desde Londres 2012. No así los Brownlee. Los hermanos de sangre llevan cuatro años de lesiones y altibajos que no les han dejado rendir al nivel de los 4 años antes de sus olimpiadas, 3 campeonatos y 1 subcampeonato frente a 1 subcampeonato y 1 tercer puesto. Con el campeón olímpico casi desaparecido en las grandes citas.  Desde 2012 solo ha habido un favorito claro para la medalla de oro de Rio de Janeiro, y era Noya. Con Mola en la recámara. Pero justo el año de los JJOO los BBrothers han ido como un reloj, desde Enero hasta Agosto. Todo lo contrario que su principal rival, Javi Gómez Noya. 2016 no ha sido un buen año para el gallego. Noya empezó el año con mal pie debido a unas molestias físicas y a una polémica con su federación rural y con el entrenador que le "aconsejó" Marisol en 2008. Esas cosas no gustan en el deporte y menos en el trideporte. El poder es el poder y esa noticia a unos meses de los JJOO no es normal. A pesar de eso, Noya todavía era el favorito. Sobre todo porque hace un año exacto, Noya, Brownlee y Moya se vieron las caras en el mismo escenario de los JJOO, Rio de Janeiro, y el resultado fue la victoria incontestable del español. Antes de esa victoria Noya estuvo entrenando en Pontevedra, su lugar amuleto, pero este año Noya cambia a Lugo ¿Por qué no repetía Noya el esquema de hace un año? ¿Por qué cambia a Lugo mientras los Brownlee repiten lo mismo? Para Rio 2016 los Brownlee calcaron además su preparación de Londres 2012, pero Noya que aquel año se concentró en Pontevedra, se fue a Lugo. Claro que en 2012 entrenaba con uno de Pontevedra, no con uno de Lugo. La verdad es que la idea inicial parecía ser repetir en Pontevedra, pero la tercera semana de Mayo de 2016 Noya decidió cerrarse en Lugo. Y esa semana ha sido crucial en el resultado de los JJOO de Rio, en todos los deportes.

 
Esa semana se anunciaban los primeros 31 positivos en el re-análisis de las muestras de Pekín y Londres. Cuando leí la noticia de que iban a hacer controles anti-doping retrospectivos de Pekín y Londres, una idea cruzo mi mente: Noya no va a ir a Rio. Grandes conocedores de este deporte ya me habían transmitido privadamente esa misma intuición, pero no les hice caso, mea culpa. Tras la idea inicial recapacité y pensé ¡No puede ser! Marisol no lo permitirá. Además, en 2012 los Brownlee habían ganado en casa, debían estar agradecidos tras varios años de lesiones y desapariciones misteriosas. Con Marisol en el COI la idea del triplete se antojaba factible y hasta casi segura. No fui el único. Pero está claro que el triatlón va por detrás del atletismo, del COI y de la WADA. Marisol ha dejado “caer” al mejor triatleta de la historia. Cinco títulos mundiales, y una mísera medalla de plata en JJOO en 3 ciclos olímpicos (2008-2016). En olimpiadas su nivel es el de Vuckovic, Docherty, Rehula o Riederer. Lessing el otro gran campeón ITU tampoco tiene su oro olímpico, mientras los “paquetes” de Whitfield o Frodo son campeones olímpicos y el mejor triatleta de la historia olímpica, Alistair Brownlee, sólo cuenta con 2 títulos mundiales. Aquí algo no cuadra.

 

 Y esa misma semana, Noya anuncia que va a preparar los JJOO en Lugo. Que Noya decidiera quedarse en Lugo la misma semana que se anuncian los resultados de los análisis retrospectivos de Pekín es mera coincidencia, y el programa del campeón continúa según lo establecido. Pero poco después, en la primera semana de Junio, otro contratiempo, tres controles antidopaje entre sus dos únicas competiciones ITU en 2016 (Lisboa y Leeds). Uno en Lisboa y dos fuera de competición !Dos en la misma semana! Noya, como muchos triatletas, presume de ello, pero no dice nada de los controles que pasa en Stellenbosch. Será porque allí no le encuentran los vampiros. Un mes después de los controles, una fiebre le deja fuera de la competición en la que se iba a ver las caras con los otros favoritos. Y Noya se queda unos días en Pontevedra, su casa. Poco después, el 14 de julio, de vuelta en Lugo, el gallego se cae a 15 km/h y se fractura el codo. El sueño se acaba. Tres años como un reloj, y en 2016 todo sale mal ¡Qué mala suerte! Aunque al menos estaba en casa. Pero no todo ha sido malo para el Campeón este año, primero porque no ha parado de recoger premios. El más importante el Princesa de Asturias, pero también el de la Tele Gallega TVG, o el del Ferrol, o el último en Lugo, el 15 de junio, un no parar de actos y saraos varios. Y segundo por caerse en casa y poder operarse al día siguiente con una médico de confianza. Todo el año viajando por medio mundo y el gallego se cae en su feudo. No hay fotos de la herida pero sí del cabestrillo.

Pero ¿Quién es la traumatóloga Ibáñez? ¿Es fortuito que haya sido ella la que ha operado a Javi? Evidentemente sí, la caída fue fortuita. Pero Javi tuvo suerte, mucha, no le operó una cualquiera. Luisa es de confianza, triatleta y recomendada por el también triatleta Gustavo Rodríguez y su pareja Aida Valiño. Muchos sabemos el secreto de Noya, un secreto oculto que también conoce Rodríguez, un secreto que viene de hace varios años. Ha sido una alegre coincidencia que la traumatóloga de confianza de Gustavo haya sido la que ha operado a Noya. Gustavo sabe guardar secretos y sus amigos también. Además de esa relación con el ex-ciclista de Xacoveo, la doctora Ibáñez debe tener alguna amistad con los triamigos Raña, Santamaría y Pasamontes. Echando un vistazo a su cuenta de twitter se puede ver el seguimiento que les hace, sin parar de citar sus interesantes aportaciones al mundo del entrenamiento, de la motivación y del liderazgo. Todo el que está metido en el mundillo sabe quienes son Rodríguez y Pasamontes, y el trabajo que desarrollan para las estrellas del deporte, un trabajo de altos vuelos. Sabiendo todo esto alguien podría pensar que es mucha coincidencia que Noya se cayera a la puerta del hospital POLUSA, justo el día después de que la Federación Alemana de Triatlón dejara fuera a sus 4 mejores triatletas. Otra casualidad. Las meigas existen, y Luisa podría ser una de ellas. Era la primera vez que Noya se concentraba en Lugo. No estaba en Pontevedra, su casa, su hogar, su Centro de Tecnificación (CGTD), su médico, sus amigos y su corazón. No, estaba en Lugo. En la ciudad de su club de la infancia, y el de Gustavo, el Ciudade de Lugo, y cerca del hospital de la traumatóloga de los triatletas. Estaba decidido desde el 16 de mayo, por su tranquilidad, por sus homenajes, por su traumatóloga, Lugo era el lugar ideal. Cuando los triatletas quieren paz y descanso, se quedan en casa. Cuando buscan concentración, y no quieren que les vean, se van a sus guaridas de Noosa (Australia), Stellenbosch (South Africa), Canarias, St. Moritz, Font Romeu o Colorado. Allí donde no suelen pasar controles. Noya se vino a Lugo, a recibir homenajes. Como si el campeón ya supiera que se iba a “caer” y que allí le iban a tratar bien.
 
 Meigas o no, la realidad es que el gallego se cayó por accidente, se fracturó el radio y desgraciadamente no ha estado en Rio, y las medallitas han ido a los BBrownlee, sus enemigos. Tercera casualidad y lamentable espectáculo. Dos banderas entre los 4 primeros, con Murray corriendo más que Mola. Algo muy típico del trideporte donde el rendimiento triatlético se trasvasa a los paisanos, novias y hermanos. Es muy triste que el triatlón sea el único deporte con dos hermanos en lo más alto del cajón. Algo que ni el ciclismo y sus Schleck Brothers ha conseguido. Como triste es ver que el país que ha dominado el triatlón de Marisol se “cae” con todo el equipo en el triatlón de Coe y el COI. Pero así estamos, banderitas, lesiones, caídas #oloqueseadealgunamanera, récords suprahumanos y postureo mucho postureo contra el dopaje. El pan nuestro de cada día. La caída de Noya fue totalmente fortuita, como la de Contador, y deseamos al campeón una recuperación récord, “de libro”. Así todos contentos.



Post scriptum: Este artículo iba a publicarlo antes de la prueba triatlética de los JJOO, pero la caída de Noya cambió todo. Hace 15 días, una vez acabado el monográfico de la salud, empecé a recopilar la información de todo lo que tenía en la cabeza. Los hackers rusos se me han adelantado. Y es lógico, Rusia quiere un arma para chantajear a la WADA, así todo volverá a la “normalidad”. Cuando lo honesto hubiera sido decir: “¿Queréis juego limpio? Vale, ningún ruso se va a dopar.” Así dejaban en evidencia el nivel de los demás, con 0 medallas a ver quién se cree que los demás vayan limpios. Eso y chivatazo a la policía de todos los grupos de entrenamiento de Europa y EEUU en altitud. Es sencillo, mandar allí a la KGB y cuando aparezca el médico o la "paloma mensajera" con las inyecciones, fotos y llamadita a la gendarmería o la benemérita. Pero no, Rusia quiere seguir ganando medallas por la vía fácil, cambiando cromos a UK. La realidad de los TUE es cruda y triste, casi todos los grandes campeones están enfermos y tienen su TUE. Para qué sirve es difícil saberlo. No hay TUEs conocidos para drogas duras (EPO, Testosterona, etc.), y con las sustancias aparecidas en los papeles no se ganan medallas de oro. Por ejemplo, Mireia puede consumir 200 microgramos de Salbutamol cuantas veces quiera, pero no se sabe si lo está usando como dosis terapéutica o como dopaje. Por eso, porque esos TUE no son prueba clara de nada ilícito, sería bueno que los rusos buscaran los AAF (Adverse Analytical Findings), los falsos positivos tapados por los TUE. Son muchos más que los positivos sancionados. Porque una cosa es que Mireia tome 2-3 inhalaciones al día y otra es que sea falso positivo (AAF) por Salbutamol (1600 microgramos de dosis). En este caso sí hay uso dopante de la sustancia. Pero aún así, con el Salbutamol no se consiguen los rendimientos de Mireia o Froome. Tiene que haber algo más, y eso tardaremos en saberlo. Armstrong tenía TUE pero todo lo que tomó no estaba en la lista de autorizaciones. Sea como fuere el asunto traerá cola, y el triatlón podría verse afectado. Sabemos por Filliol que algún triatleta de primera fila puede tener un TUE de por vida ¿Saldrá su nombre en los papeles de Fancy Bears?...


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