domingo, 13 de noviembre de 2016

Casos de superhombres en el trideporte (…): Los récords sub 8h



Año triatlético de 2016, hace 20 años el trideporte superó uno de los límites humanos que desde sus inicios en 1978 se veía como algo imposible, inalcanzable para la especie trihumana. Desde entonces, los mejores Ironmanes de todo el mundo se marcan ese límite como reto y casi todos lo consiguen, hasta los españoles. Es el límite de las 8 horas, los récords sub 8h. Era 1996 y el lugar elegido fue Roth, uno de los circuitos IM más rápidos, o más cortos, que en el tri nunca se sabe. Ninguno de los grandes del Ironman de Hawaii había conseguido bajar de las legendarias 8 horas. Ni Allen ni Scott en el IronWar 1989 (8h09), ni el engendro de Molina (8h31 en Hawaii), ni el enfermo de Welch (8h20 en Hawaii), ni el aero de Tinley (8h21 en Cape Cod), ni Dittrich (8h11 en Roth), ni Bustos (8h03 en Roth), ni Kiuru (8h04 en Roth), ni los tanques alemanes Zack (8h02 en Roth) y Hellriegel (8h10 en Roth). Ninguno de los míticos, curtidos y expertos ironmanes de USA y Alemania había sido capaz de romper el límite de lo humano. El 11 de julio de 1996, un joven y casi desconocido triatleta alemán de 25 años machaca el récord: 7h57´02. Leder reconoce que las condiciones eran idóneas pero ese día había nacido un superhombre. La alegría le duró poco y al año siguiente Luc Van Lierde, pulveriza el récord. Ese mismo día hasta 4 triatletas bajaron de las 8 horas (Jurgen Zack, Thomas Hellriegel y Lothar Leder otra vez). La marca de Luc Van Lierde estuvo vigente 14 años. Una marca conseguida 3 años después de los récords de la hora de Indurain y Rominger, hoy deslegitimados por el dopaje masivo en el ciclismo en esos años. Lo de las bicis no UCI fue una excusa, ahora sí valen. El récord sub 8h en Ironman tiene un significado especial. Mientras en ciclismo se marca como límite humano los 6w/kg, en Ironman no hay límite, como están mal medidos, como las circunstancias de carrera cambian, como el viento puede ser favorable, los “expertos” del tri dicen que no se puede hablar de marcas sino de puestos. Esto tiene una intención oculta, que nadie pueda argumentar o explicar lo que no es. El trideporte está por encima de esas cosas, en “nuestro” deporte no hay manchas. En el año del veinte aniversario del récord, otro alemán, también en Roth, ha dejado otro récord para la historia.

 Pero repasemos la historia. La primera referencia de las 8 horas la encontramos en 1989, el año del IronWar, Dave Scott se queda a un minuto y unos segundos de bajar esa extraordinaria marca. Era el IM de Japan y con bicis de tubos, ruedas sin perfil y manillar de tri, el americano se queda a poco de entrar en la leyenda con 8h01’32. Una leyenda que sin embargo tendrá nombre, apellidos y patria europeos. Tras unos inicios inciertos, desde 1990 el Avia Ironman (Roth) se disputa en distancia Ironman. En 1991 la prueba se convierte en el Quelle Ironman, y ya ese año un extraordinario Pauli Kiuru para el crono en 8h04, y un triatleta de leyenda, A. Alix, nos deja su mejor registro en IM, 8h47. La prueba mantiene su denominación hasta que en 2002 Challenge se hace con la titularidad, y hasta hoy, que con el cambio de patrocinador se llama Datev Challenge Roth. Los años siguientes (1992-1995) las marcas se mantienen entre las 8h01’59 de Zack (1994) y las 8h08 del propio Zack (1995). Pero esos años entra en escena un novato triatleta alemán, 21 años en 1992 y el 7º puesto con 8h26. Aunque el joven Leder promete, los siguientes años sufre altibajos y no evoluciona demasiado, siendo 3º en 1995 con un tiempo de 8h23, con Zack y Hellriegel parando el crono en 8h08 y 8h10 respectivamente. Pero al año siguiente, y coincidiendo con la exhibición de sus amigos del equipo ciclista Telekom en el Tour, el joven teutón revienta la banca y deja el récord en 7h57, más de 11 min. mejor que el 2º clasificado y 10 min. más rápido que su mejor tiempo (8h07 en 1994). Ese día Kiuru y Bustos quedaron a 30 minutos del joven tanque alemán, con el alemán R. Muller-Horner (3º en Hawaii en 1995) en el 2º puesto a más de 10 min. y el holandés Van der Marel 3º a 15 min. Una exhibición, en un día, según Leder, ideal. Si Roth es rápido o corto, o si ese récord es fácil o no, es difícil de afirmar. Como referencia decir que Allen disputó la prueba en 1994 y no fue capaz de bajar de 8h23, la media de sus tiempos en Hawaii. Los tanques alemanes volaban en Roth. El récord de Leder parecía que iba a ser la marca de referencia para la siguiente generación de triatletas, pero como los récords de la hora de ciclismo en esos años, el récord del triatlón tardó poco en ser superado. Ese mismo año en Hawaii, Luc Van Lierde pulveriza los tiempos de Allen y deja unos estratosféricos 8h04, y al año siguiente en Roth, Van Lierde y 3 triatletas más bajaron el tiempo de 1996, incluido el propio Leder. Con una media de más de 42 km/h en el parcial ciclista, Zack y Hellriegel se van camino del récord, pero en la carrera a pie un Van Lierde pletórico, corre en 2h36 sobrepasando a Zack y dejando las 7h57 de Lether en el olvido: 7h50’25 para el belga que tenía equipo médico (Jan Olbrecht) y estaba patrocinado por Mapei. Con el control de la EPO en la orina desde el año 2000, y el de hematocrito en sangre (50%), los dos récords de Luc Van Lierde, en Hawaii y en Roth, han perdurado 13 y 14 años. En 2011, Craig Alexander en Hawaii y Marino Vanhoenacker en Austria rebajan por fin los tiempos de Van Lierde. A la semana siguiente de lo de Austria Andreas Raelert para el crono en 7h41’34, otra vez en Roth. Gracias a la nueva generación de bicis aero, los tiempos de Luc Van Lierde son historia. Una historia que como hemos dicho tiene un paréntesis en el año 2000, año de las olimpiadas triatléticas y de los engendros que superaron a Lessing silbando, y año de la transformación de Luc Van Lierde en el Príncipe de los Espectros. Ese año se comienza a detectar la EPO en los controles de orina, y aunque en el tri no había todavía controles de sangre, los superhombres de los 90s se transformaron en espectros. Leder, Van Lierde, Zack y Hellriegel desaparecen de los podios, de los récords y prácticamente de la escena triatlética. Una epidemia asola el triatlón europeo y si entre 1996-2000 hasta 9 veces se bajó la legendaria marca de las 8 horas, hasta 2004 nadie vuelve a superar esa barrera humana. Lo cual relaciona bien con los estudios del atletismo sobre el efecto 2000 en las marcas de 10 mil metros. Entre 2004, año de la verdad en el trideporte, y 2011 sólo diez sub8 y ninguno de ellos por debajo de los tiempos de Van Lierde y Zack en 1997. En 2011, hasta 6 marcas sub 8h se registraron y desde entonces es un no parar. Pero, quiénes son esos seres extraordinarios, esos superhombres, esos triatletas sin igual que han conseguido doblegar las barreras del ser humano. De los 4 primeros ya hemos hablado, Lothar Leder, Luc Van Lierde, Jurgen Zack y Thomas Hellriegel, y seguiremos hablando. Pero los siguientes merecen también su mención.


El primero es Peter Reid, 7h51’56’’ en Klagenfurt  (Austria) 1999, a 1 minuto y medio del  récord, antes de los controles de EPO pero con un maratón recortado en 1 km. Ese mismo año Zack, Hellriegel y un desconocido Jan Van der Marel bajan de 8h, en Roth los alemanes, y en Almere el holandés.  El Canadiense es el primer no europeo en conseguir la hazaña, un año antes de que su compatriota (las banderitas) Simon Whitfield ridiculizara a los mejores triatletas ITU silbando en un sprint de 500 metros que le dieron la gloria olímpica. Con 30 años, Reid venía de ganar en Kona en octubre de 1998 al mismísimo Luc Van Lierde, aunque el año del récord de Reid el belga le devolvió la pelota al canadiense y le dejó en el segundo cajón del podio. Era la última vez que Van Lierde asomaba por allí. En el año 2000, Reid, aprovechando la capacidad de Van Lierde para desaparecer, y la suya propia para regenerar hematocrito, vuelve a ganar en Kona, con controles de EPO en la orina, pero un presidente ITU que llevaba la misma banderita. Eran los años de McDonalds y del dominio canadiense en chicos, chicas y olimpiadas. Peter Reid domina la distancia IM desde 1998,  hasta el año de los positivos por EPO (2004-2005), aunque nunca más volvió a bajar de 8h en Europa. Y eso que entrenaba en altura en Colorado con Huddle y sus parejas (Paula-Huddle y Lori-Reid). América es de los americanos, y Europa de los europeos. Banderitas, ya sabéis.



 El siguiente sub 8h de la historia es del holandes Jan Van der Marel, su caso es de libro. Uno de los mejores triatletas holandeses de los 90s, Van der Marel era un asiduo del Ironman de su país (Almere), ganando en 1993 y haciendo podio en 1994 y 1995. Sus marcas eran de lo normal de la época, 8h16. Pero en 1996, el año del récord de Leder, el holandés hace 8h01´19 en Almere y supera por 1ª vez el tiempo de “The man” en Japón. Un poco más y hubiera pasado a la historia por ser el primer sub 8h. Ese año va a Hawaii y hace 9º con 8h35. Con 28 años mejora 15 minutos en Almere, y en 1999, tres años después, se convierte en el único triatleta de la historia en bajar de 8h en IM Almere, 7h57’46. Desde entonces nadie ha bajado sus tiempos allí. En 2000 también desaparece de la escena triatlética, con 32 años, un top10 en Hawaii y un sub8 (el 5º hombre en lograrlo). Empiezan los controles de EPO en orina, y los espectros mean rojo. El caso de Van der Marel encaja con el de Irma Heeren, extraordinaria atleta que se pasa al tri en 1994 y empieza a mejorar sus marcas escandalosamente, allá por 1996. En 1999 hace 2h35 en maratón, 1h10 en media maratón y bate el récord del IM Almere (8h56), ninguna triatleta lo ha vuelto a hacer tan rápido, probablemente porque el circuito cambió, pero también porque en maratón y media maratón todavía tiene de las mejores marcas de raza blanca en Holanda, y en 20 km y 30 km sus récords perduraron hasta 2006, cuando los holandeses empiezan a nacionalizar atletas africanas. Jan e Irma, holandeses, y espectros. Irma desaparece del tri en 2000, con 32 añitos, y no vuelve a correr como en 1999. Y eso que preparó específicamente la maratón olímpica para 2004. Con controles de orina y de hematocrito en sangre, no se corre igual. Lo llaman el entrenamiento cruzado, en 1999 ya existía y coincidentemente daba los mismos resultados que la EPO. Menudo timo.

 Y llegamos al 2000 con 9 récords, el triatlón es olímpico y se acaban los récords. Al igual que los ITU, los Ironman sufren el efecto 2000 y después de los JJOO de Sydney sus marcas empeoran, mucho, en Hawaii y en Roth, más de 20 min. Zack, Leder y Hellriegel a duras penas bajan de 8h20 esos años en Roth, y en Kona los dos primeros ni acaban y Hellriegel se mueve por encima de las 8h35 hasta que desaparece en 2004. Atrás quedan sus 8h06 de 1996. Son años inciertos en el trideporte, hasta que en 2004-2005, el año de la verdad, Macca y Faris saltan la banca en Roth, 7h57’50. No es una gran marca pero es el principio de la nueva era. Dos nuevos espectros. Los años siguientes Macca (2005, 2007 y 2008) es el único que supera la barrera del trideporte. Pero en 2009 volvemos a los récords alemanes, Michael Gohner, Timo Bracht y Faris Al Sultan bajan de las 8 horas. Y en 2010, un danés, Rasmus Henning, un alemán, Sebastian Kienle, y un belga Marino Vanhoenacker. Ahora ya más cerca de las marcas de los 90s, vamos mejorando. Controles de sangre, de EPO en orina, pasaporte biológico y en 2010 los triatletas cada vez van más rápido, todo lo contrario que los atletas y ciclistas ¿Por qué pasa esto? Es muy sencillo, mientras en atletismo y ciclismo siguen sancionando, en triatlón, el efecto 2000 y el año de los positivos (2004-2005) quedan atrás, la política de tapar todo y el “retírate chaval #oloqueseadealgunamanera” da sus frutos y el trideporte muere por sí solo, sin que nadie haga nada por evitarlo. Y en 2011 salta la banca, 14 años después, récord para otro belga, 7h45, Marino Vanhoenacker, ahora entrena con Luc. Y pocos días después, en Roth, 7h41’34, Andreas Raelert, uno de los triatletas más creíbles hasta entonces quiere su trocito de gloria. Ese año 6 triatletas bajaron de las 8 horas, el año que más desde 1997. Michael Weiss, Eneko Llanos, Ronnie Schildknecht y Sebastian Kienle se unen a los otros dos. Un sancionado por doping sanguíneo, un pupilo de Iñigo Mújika (Euskatel, etc), un don nadie en Kona y el nuevo tanque alemán, casi ná. En 2012 es Craig Alexander el que se suma a la lista, y se convierte en otro gran campeón de Hawaii con su récord, como Reid. Ni Allen, ni Scott lo tienen (los dos triunfaron antes de la EPO), Scott por retirarse y Allen porque probablemente no lo buscó, pero da una pista de qué va el asunto. La lista se ha ampliado en los últimos años, 31 marcas sub 8h más en 4 años. Triatletas como Víctor del Corral, Brent McMahon, James Cunnama, Andrew Starykowic, Tim O’Donnell, Lionel Sanders y Luke McKenzie, y muchos desconocidos que nunca volverán a hacer nada en el trideporte completan la lista de Recordman sub8h. Pero hay un dato que no hay que olvidar, en 2011 las bicis mejoraron, unos 5-10 minutos, no más. Por eso en los últimos años es importante prestar especial atención a los sub 7h50, que serían el equivalente a los sub 8h entre los 90s y 2010. Los primeros fueron Vanhoenacker y Raelert, ya están comentados, casi 10 min menos que Luc Van Lierde en 1997, sobran las palabras. El siguiente en la lista sub 7h50 es un español, el triatleta que marcó un antes y después en el trideporte patrio, en las olimpiadas del terror del 2000 fue 5º y desde entonces, campeón y subcampeón del mundo ITU, 5º en Pekin 2008 y se pasa a la larga en 2013. El primer año hace 6º en Kona y al año siguiente se casca un récord sub 8h (y sub 7h50). 7h48 para Ivan Raña en 2014, desde entonces hace parciales ciclistas de los 80s sin acople (4h58 en Kona en 2014) y aunque corre como los mejores, a duras penas le da para entrar en el top 10 en Hawaii. Hace un año presumía de entrenar con Luc Van Lierde, ahora ya no. Y Van Lierde tampoco.

 Y de Raña pasamos a 2016. Entre medias, ningún sub 7h50 pero muchos sub8 con sorpresas como las de Nils Frommhold, 7h51 en Roth 2015. Y este año 2016, Brent McMahon y Patrik Nilson logran la 4ª y 6ª mejores marcas de la historia. El canadiense era la segunda vez que bajaba de 8h, pero la primera sub 7h50, 7h46.  Desde hace 20 años entrena con Lance Watson, el primer gurú canadiense del engendro Whitfield, y con Lisa Bentley de manager. Brent tiene récords en Arizona, el IM de Paul Huddle, y actuaciones bastante irregulares en Kona, donde desde semanas antes asaltan a controles a todos los contendientes y por eso allí las marcas se mantienen por encima de los tiempos de los 90s. Triatleta olímpico y campeón IM por la gracia de Watson, y un récord lamentable para un triatleta del montón que con 36 años ya esperamos poco más de él. Patrik Nilson es un joven triatleta sueco que lleva 2 récords sub8 (uno sub 7h50) pero que todavía no ha pisado Hawaii. Es de la nueva hornada de triatletas nórdicos, que a base de machacar los pedales consiguen rendimientos terroríficos en el parcial ciclista pero luego también tienen fuerzas para correr como los mejores. 7h49 para el sueco en Copenhagen, una promesa que se quedará en eso. En Hawaii no superan la semana previa, les leen la cartilla y no vuelven. Y el último de 2016 es el actual recordman de la distancia IM, el Leopard 3 alemán Jan Frodeno, la nueva estrella del panorama triatlético. 7h35’39 para este nuevo recordman alemán de la distancia IM140.3. Campeón olímpico en 2008, y poco más en sus años ITU. Reventó la banca en Pekín 2008 con un sprint a 300m del final donde ni los medallistas olímpicos Whitfield y Doherty, ni el pentacampeón mundial Noya pudieron hacer nada por evitar la aplastante victoria de un triatleta que sin ninguna victoria en Series Mundiales nunca les había ganado antes. 20 segundos le sacó a Noya en 300 m, y el gallego iba a 3’06’’/km. Este año tras los análisis retrospectivos de Pekin 2008 y Londres 2012, Alemania ha vetado a sus mejores triatletas para los JJOO de Rio. Gracias a Frodo. El nuevo hijo prodigo de Girona, una de las ciudades con mejor calidad de vida, con buenos médicos y con las farmacias andorranas cerquita, es la vergüenza de este deporte. Un tipo peligroso, casi al nivel de Stadler, que no duda en echar mierda a los demás cuando sabe que su culo está a salvo en España. Un país en el que los triatletas no están obligados a pasar controles sorpresa. Un país en el que siguen ejerciendo médicos como Martí o Celaya. Un país en el que los que confiesan son vetados y los que dopan son absueltos. Así es Frodo, el nuevo superhombre del tri, con una marca de otro planeta, Kripton o Frodolandia, que más da, todo lo que sea bajar los tiempos de Luc Van Lierde es pura ficción cinematográfica: Frodoman, el hombre de hierro.

 En cuanto a las chicas, pocas novedades, aunque una hora menos, sub 9h. El primer récord sub 9h también corresponde a una casi desconocida, Thea Sybesma, pero mucho antes, en 1991. Eran los años de los ciclistas muertos en Holanda y una triatleta holandesa entra en la historia, 8h55’29. Al año siguiente repitió la gesta, en Roth otra vez. Relacionada con el mundo de la medicina, estaba al tanto de las últimas novedades en “ayudas” médicas para el deporte. Y las aprovechó, pero su motor no daba para más y tras 4 años de dedicación al trideporte (3ª y 4ª en Hawaii además de victorias en Europa) nos dejó un récord y para casa, con 34 años. Los 90s fueron el caldo del cultivo ideal para el desarrollo del triatlón en Holanda y en Alemania. Después vinieron los récords de Paula, en Roth y en Hawaii, durante varios años (8h50), y más holandesas y alemanas casi desconocidas (Ines Stedt, Irma Heeren, Katinka Wiltenburg), y una americana (Sue Latshaw). De ellas solo Thea Sybesma y Susan Lathshaw subieron al podio de Kona una vez a recoger el bronce. Ya en los 2000 las exclusivas del sub 9h fueron Lori Bowden y Kate Allen, y un sub9 de Nina en Frankfurt justo el año de su positivo, pero ninguna superó la marca de Paula en Roth. Un parón de récords en los años de la verdad, y es que el positivo de Kraft hizo mucho daño a la industria farmacéutica del tri. Pero en 2007 la CERA supuso una revolución en el mundo del trideporte y volvieron los récords. Yvonne Van Vlerken, por dos veces (Roth y Almere) y la americana Joanna Lawn. Y al año siguiente la explosión, 9 récords sub 9h en un año y la marca de Paula pulverizada por una holandesa que entrenaba con Mario Huys, 8h45 para Van Vlerken. Una triatleta que machacaba en Europa, con 11 marcas sub 9h, pero que desde 2008 desaparecía en Hawaii, año tras año. En ese 2008 aparece el primer sub 9h de la Wellington, su primer año en la Elite, de la mano de Sutton, 8h51. Fue el principio del fin, 8h39 en 2009 (Rebekah Keat), 8h19 !!! en 2010 (C. Wellington) y 8h18 en 2011 (Chrissie otra vez). Mientras, en Kona, solo Chrissie Wellington bajaba a duras penas de las 8h55 de Paula, 8h54 en 2009. Entre medias Mirinda Carfree pone el récord de Kona en 8h52 pero se queda lejos de las marcas de Wellington en Roth, 8h38 en 2010. Ninguna mujer más, a parte de Chrissie, había vuelto a rodar sub 8h30, hasta este año, cuando otro de los Angeles de Sutton, Daniela Ryf, ha hecho 8h22 en Roth y ha dejado un récord en Hawaii que tardará en ser batido, 8h46. Muchas de las pupilas de grandes gurús, además de engendros femeninos y espectras del tri, están en la lista, como no: Paula Newby Fraser y Lori Bowden (Paul Huddle), Rebekah Keat (nandrolona en 2004), Nina Kraft (EPO en 2004), Kate Allen (falso positivo en 2004, Darren Smith), Lisa Hutthaller (Epo en humanplasma), Bella Bayliss, Mary Beth Ellis, Chrissie Wellington, Caroline Steffen y Daniela Ryf (todas con Sutton), Leanda Cave y Mirinda Carfree (Siri Lindley, la ex-alumna de Sutton), Yvone Van Vlerken (Mario Huys), etc.

 Y por último vamos con los españoles, el primero como no, el Príncipe Eneko, 3 DNF consecutivos en 2005 (IM Lanzarote, IM Germany y IM Canadá), y clasificado para Kona en el ultimo IM del año en Australia (patria chica de su Mago Mújika). En 2006, 2 DNF consecutivos (IM Lanzarote y IM Roth) y 5º en Hawaii. A partir de ahí un no parar de éxitos en la larga distancia, por fin encontró el secreto del Ironman. Un secreto que le ha llevado a ser uno de los sub 8h de la historia. No es demasiado escándaloso, 7h59, el año 2011 cuando las bicis habían mejorado, aunque Eneko rodaba con una del 2008, la BH GC Aero 9.8,  y no con la evolucionada Aerolight RC de 2012. BH y Orbea se quedaron atrás en las mejoras aerodinámicas y eso se notó en 2010 en Hawaii cuando el resto de favoritos metieron más de 8 min a Alexander y a Eneko en el parcial ciclista (era la primera vez que Eneko no se bajaba de la bici con el grupo principal) y en 2011 cuando Eneko tuvo su primer DNF en Hawaii en 6 años. Aun así, con ese tri-ciclo, récord sub 8h para Eneko. El récord de Raña ya lo hemos comentado, sub 7h50 en 2014, estratosférico, más rápido que Van Lierde en 1997 y 3ª mejor marca de la historia en ese momento. Sin palabras. Y por último vamos con Víctor del Corral, 7h53 en Florida 2013 y récord de la prueba. En aquel entonces se convirtió en el plusmarquista español de la distancia. Un triatleta que tiene de los mejores tiempos de la historia de Lanzarote, que no aparece por Hawaii (dicen que no nada bien) y que se convierte en 2013 en el primero en ganar dos pruebas Ironman con 15 días de diferencia a ritmos de récord. Esa es la última moda, disputar dos Ironman sin respirar, Marino Vanhoenacker, Del Corral y Miquel Blanchart son los expertos, es la mejor forma de aprovechar los picos de forma. El propio Marino tiene dos sub 8h en el mismo mes (7h53 en Brasil y 7h48 en Austria). Es el único del mundo, gracias a Luc Van Lierde, el Príncipe de los Espectros que dejó una marca para la historia, una historia de superhombres que se sigue repitiendo año tras año en el trideporte.

 Y estos son los récords del Ironman, superhombres y supermujeres con poderes para superar cualquier límite que se ponga al ser humano. Primero fueron los sub 8h, en 2011 los sub 7h50, este año hemos rebasado los sub 7h40 y queda poco para que las 7h30 sean historia. Es más, queda poco para que Sutton y alguna de sus “chicas” haga sub 8h. Parece mucho, pero la Welli en 2010 bajó 20 min. el anterior récord, no el de 1991, no, el de 2009. Daniela Ryf será la próxima supermujer del tri. En hombres 20 años han pasado del primer sub 8h de Lothar Leder en 1996. Un año en el que la EPO ganaba el Tour, maratones, copas de Europa y en 1998 el Mundial de fútbol. El analista deportivo Uli Fluhme achaca los primeros récords sub 8h a la EPO, pero no da datos, solo el hecho de que no se detectaba en los controles. Un twitero, triatleta también, le pide evidencias. Y se las vamos a dar. En 1997 cuatro triatletas bajan de 8h en Roth, y dejan en el olvido el récord de Leder un año antes. Sus nombres por orden son: Luc Van Lierde, Jurgen Zack, el propio Lothar Leder y Thomas Hellriegel. Los cuatro desaparecieron de los récords, y del campeonato del mundo en Hawaii en 2000, año en que tras los JJOO de Sydney, la EPO se detecta en los controles de orina. Ese año los ciclistas ya pasaban controles de sangre para comprobar que su hematocrito era menor del 50% y su corazón no se iba a parar mientras dormían. Pero los triatletas no. A parte de eso, Jurgen Zack se retiró del triatlón con un positivo por testoesterona en 2006, un control fuera de competición que buscaba algo muy concreto. Y Lothar Leder en 2007 se convierte en el primer triatleta sancionado por un hematocrito “no apto”. Dos de los cuatro primeros sub 8h sancionados por dopaje mucho después ¿Y los otros? Luc Van Lierde no volvió a competir al mismo nivel desde su espantada en Hawaii en el 2000 y Hellriegel se la jugó entre 2000 y 2004. El alemán siguió en el top 10 de Hawaii aunque en Roth no bajaba de 8h20, pero el año que mejoraron el método de detección y pillaron a Nina, él fue DNF. Desde entonces (34 años tenía), un espectro como los otros. A eso hay que sumar los constantes rumores sobre el rendimiento de Luc Van Lierde entre 1996-1999, su relación con Mapei y la de los alemanes con los T-Mobile (Udo Bolts y Kai Hundertmarck). Ninguno de los 4 volvió a acercarse a esos tiempos desde el año 2000, cuando empieza a controlarse la EPO en la orina. A pesar de que todos los récords están limpios, ninguno de los triatletas dieron positivos en los controles correspondientes, podría ser que Uli no vaya tan desencaminado ¿Quién sabe? Uli es un tipo inteligente y que sabe mucho de todo esto. Ironmanes sub 8h, son los superhombres del trideporte, porque los humanos no hacen esas cosas.